Capítulo 4

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Lena

Estoy en casa esperando a que llegue Jack, ya son casi las seis y los nervios van en aumento, realmente no sé cómo reaccionaré cuando lo vea, la conversación con Samantha hizo que me diera cuenta de una realidad, y es que Jack y yo nos hemos conformado, bueno al menos yo. Ya no soy feliz, he ido dejándome llevar por una relación que no va a llegar a ninguna parte, ni siquiera se puede decir que después de siete años vivamos juntos.
Jack tiene su casa y yo la mía, él es el que viene a esta de vez en cuando, últimamente se está quedando más, pero en cuanto saco el tema vivir juntos, siempre me dice lo mismo. Necesitamos nuestro propio espacio, a lo que yo le digo que sí, pero solo por no discutir, yo no quiero estar con alguien que no quiere compartir su vida conmigo, me llegué a plantear que había alguien más, pero rechacé esa idea de inmediato, Jack es un esclavo de su trabajo y no tendría tiempo, y ese es el problema, vive por y para el trabajo.

Sigo exhorta en mis pensamientos cuando oigo que el teléfono suena, es Jack.

¿Sí?

—Lena, he llegado súper agotado, Jeremiah me ha traído directamente a mi casa y solo quiero descansar.

—Llevamos una semana sin vernos Jack.

—Ya lo sé cariño, pero estoy hecho polvo.
No digo nada, mi cabeza va a mil por hora y esta situación está pudiendo mucho conmigo.

¿Len?

—Necesito hablar contigo Jack—digo muy seria.

Eso suena raro.

—Suena a que tenemos que hablar Jack.

— Preciosa no te pongas así, te prometo que mañana pasaremos la tarde juntos. Tengo que contarte algo de tu vecina.

Cuando oigo la palabra vecina mi corazón se acelera, no puede ser que sepa algo, a ver, que estaba de viaje y no se ha enterado de nada, pero ¿y si lo sabe? ¿Y si sabe que me acuesto con Kara? Sigo haciéndome la misma pregunta en mi cabeza cuando Jack vuelve a llamar mi atención.

Len ¿qué te pasa?

—Perdona Jack, he tenido problemas hoy en la oficina. Mañana hablamos.

—Esta bien preciosa, vas a alucinar cuando te diga de quién es hija la vecina.

—¿Cómo? ¿Hija de quién? dime Jack.

—No, ahora no, quiero ver tú cara cuando te lo cuente.

No quiero seguir en esta conversación con Jack, como siempre ha desviado mi atención hacia algo que no tiene que ver con nosotros y eso ya me cansa.

Hasta mañana Jack.

—Adiós preciosa. Estoy deseando verte.

No digo nada y cuelgo el teléfono, si tanto desea verme ¿por qué no viene en lugar de quedarse en su casa?
Ahora mismo estoy que me muero por el enojo que tengo.
Suena el timbre de la puerta.
Mi mente piensa que puede ser Jack, que realmente ha estado fuera todo este rato y que solo quería molestarme y gastarme una broma pero cuando abro, a quien encuentro es a Kara. Kara, siempre es Kara.
No le digo nada, solo tiro de ella y la beso ahogando todo mi dolor por Jack en ella, todos los años perdidos, todas las cosas sin hacer, todo un mundo sin disfrutar. Paro en seco y pego la frente junto a la de ella, las dos jadeamos.
—Kara yo…

—Ssshhhh—me dice poniendo un dedo en mis labios—las dos somos adultas, no espero nada de esto, solo que disfrutemos Lena, déjate llevar.

Y así lo hago, dejo que Kara me quite la ropa y me lleve a la cama para hacerme sentir que el mundo no existe y que solo somos ella y yo.
La pequeña mocosa me besa, me acaricia y recorre mi cuerpo como nunca antes lo había hecho nadie, se ha dado cuenta que algo no va bien y se está esmerando en hacerme disfrutar y olvidarme de todo, no hay tortura esta vez, hace lo que le pido y cuando se lo pido, me llena de besos y caricias, me colma de atenciones y cuando llego al orgasmo, siento un nudo en el pecho, Kara ha conseguido lo que nunca ha conseguido Jack,
me siento bien, con la respiración entrecortada debido al placer producido por mi increíble vecina.
Cuando Kara me dedica una mirada los ojos se me humedecen, simplemente se acerca y me abraza.

—No ha venido, Jack no ha venido—sollozo entre sus brazos.
No dice nada, solo continua con el abrazo y yo me echo a llorar cual niña pequeña. Siento la presión de que le estoy siendo infiel y que lo que hago está mal, pero Kara me arrastra hacia un mundo desconocido que me gusta cada vez más y no quiero dejar pasar esto, no quiero estar con Jack y sus aburridas rutinas.

No quiero estar con él—logro decir en voz alta.

No estás obligada a estar con él, puedes dejarlo si no te hace feliz Lena.

No soy feliz—le digo, y no puedo dejar que mis ojos sigan derramando lágrimas de desilusión por lo ocurrido hoy con Jack.
Algo dentro de mí, tenía la esperanza de que Jack volviera y me dijera que me quería y que esta semana separados, él había entendido que no puede estar lejos de mí. Pero fui una tonta al pensar eso. La realidad ha sido bien distinta, Jack sigue en su casa y yo en la mía con una niña que ahora me consuela después de haberme hecho sentir la mujer más amada cada vez que he estado con ella.
No sé en qué momento me he quedado dormida, pero las ganas de hacer pis me han despertado y al moverme siento un cuerpo al lado mío, al girarme veo a Kara dormida, girada hacía mí. Toco su cara, es preciosa,
lastima no haberla conocido antes, lástima que no sea más mayor. Una lágrima vuelve a caer por mi mejilla, siento que se mueve y no la vuelvo a tocar, me levanto y voy al baño. Cuando vuelvo Kara se está vistiendo.

—¿Te vas? —Pregunto sorprendida.

Sí, es lo mejor, Jack podría venir por la mañana.

No va a venir—le digo agachando la cabeza.

No Len, no quiero verte así. Quiero ver a la mujer altanera que llamaba a la policía a cada rato. Si antes odiaba a Jack por tenerte, ahora lo odio más por hacerte sufrir.

—No te vayas por favor—le digo casi suplicando—necesito que me abraces esta noche.

Veo como Kara se vuelve a quitar la ropa y quedarse en ropa interior. Y yo la miro con una tímida sonrisa en mi cara.

Ven aquí anda, vamos hacer cucharita como las parejitas que llevan años juntos—dice sonriendo.

Me acuesto en la cama y dejo que Kara pase su mano por encima de mí, dejando que Morfeo me vuelva a llevar a un profundo sueño, abrazada por una mujer increíble la cual creía que era una mocosa.

Pequeña Moscosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora