Capítulo 23

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Lena

Cuando suena el despertador lo apago enseguida, me giro y veo a Kara dormida, durante la noche le ha costado conciliar el sueño, la he sentido moverse mucho. Así que la dejo dormida, tomo algo de ropa y salgo para ducharme en el otro baño e ir al trabajo.
Cuando ya estoy lista, tomo un juego de llaves que tengo extra y me dirijo a casa de Kara, que sé que está Alex, toco y sale ella.

Hola, Kara está dormida ahora mismo después de una noche intensa —me dice alzando una ceja y con una sonrisa en sus labios. 

Yo pongo los ojos en blanco y niego con la cabeza.

— Alex, sé que eres su amiga, Kara está dormida en mi casa, ayer fue un día duro para ella con los problemas de su padre, ve a mi casa—le digo extendiéndole las llaves—ahora necesita a una amiga.

Mierda, soy una amiga de mierda—dice tapándose la cara.

No eres una amiga de mierda, ayer al final salimos después de todo el lío e intentamos distraerla, pero le ha costado mucho dormir, y quiero que estés allí cuando despierte, ya que yo tengo que ir a trabajar.

—Al final vas a ser buena chica y todo.

—Ve a mi casa, por favor—le pido tras poner los ojos en blanco.

Me voy a dirigir al ascensor cuando recuerdo que Kara dijo algo de la familia de Alex y quizás la pueda necesitar sin que intermedie Kara, Jeremiah no lo pondrá tan fácil. Así que me giro de nuevo hacia ella.

—¿A qué se dedica tú padre? —le pregunto.

Es el cónsul de Inglaterra aquí—responde sorprendida por mi pregunta.

Quizás necesite la influencia de tu padre para hacer entender a Jeremiah que no tiene mucho que hacer.

—Cuenta con ello—me asegura.

Ahora sí que me dirijo al ascensor y me voy a trabajar.

A media mañana, ya que no tengo noticias de Jeremiah, decido llamar a una amiga que tengo en la inspección de trabajo, estudiamos juntas, y aunque hace tiempo que no hablamos, y pese a que sé que no es demasiado ético, necesito que Jeremiah cumpla con su palabra y deje de inventarse cláusulas, tendríamos que ir a juicio y sería muy duro para Kara.
Con lo fácil que sería que le dé a su hija lo que le corresponde el muy rastrero. Al final opto por enviarle un correo. Es mejor que ignore mi email, que ponerla en un compromiso con una llamada de teléfono.

Sigo con mi mañana de mierda y sin saber nada de Kara cuando recibo una llamada a mi despacho y tomo el teléfono.

—contesto.

Señorita Lena, tiene una llamada de Nia Nal, dice que es muy importante.

—Sí Jess, pásame la llamada.

Nia Nal, es ella, ha leído el email y me ha llamado, pienso con una sonrisa triunfal. Lena 1 – Jeremiah 0.

—Vuelvo a decir.

— Lena Luthor, cuanto tiempo, ¿estabas perdida? —me recrimina con razón.

Nia, pues sí, ya sabes, el trabajo.

—No hay excusas, ni para ti ni para mí.

—También es verdad.

Bueno, perdona que vaya al grano, he leído tu email y déjame decirte que hemos recibido varias denuncias sobre esa empresa en la cotización de sus trabajadores, tenemos abierto un expediente y esta semana ya iban a ir a sus oficinas y solicitar la documentación pertinente. Pero he pensado que después de lo que me has dicho lo adelantaremos a mañana.

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