Capítulo 22

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Kara

Es lunes y voy a trabajar a las oficinas de mi padre, aunque sea una putada tener que ir, estoy feliz, muy feliz. He pasado un fin de semana increíble con Lena y lo mejor fue cuando me iba a ir y ha intentado decirme que le gustó lo que hice hace una semana, la hice sufrir para que me lo contara, pero es que ver su cara y lo colorada que se puso no tiene precio. Valió la pena verla así, hasta que al final dijo lo que realmente quería.

Va pasando la mañana y no tengo noticias de Lena, me dijo que fuera paciente, pero he intentado evitar durante toda la mañana a mi padre y al final tendré que ir a ver ese proyecto del que me habló antes de tomar las vacaciones.

Son casi las doce cuando veo entrar a Lena por la oficina, solo me mira.

Acompáñame—me dice muy segura, lo cual reconozco que me vuelve loca.

—¿Pasa algo? —pregunto extrañada.

Déjame hablar y acompáñame por favor—insiste.

Hago lo que me pide y la sigo hasta llegar al despacho de mi padre. No toca, entra sin permiso, noto como su enfado va en aumento y no entiendo el porqué.
Mi padre se levante de su silla.

—¿Se puede saber quién mierda te crees para entrar así a mi despacho? —pregunta claramente enfadado.

A decir verdad, me ha gusta que Lena haya entrado sin tocar, mi padre se ha creído que es Dios, sobre todo estos últimos años, no sé porque creo que Lena lo va a bajar del pedestal que el mismo se ha construido.

Eres repugnante—empieza a decirle Lena—intentar engañar a tu propia hija, es tú hija, joder.

No sé de qué me hablas, haz el favor de salir de mi despacho y de mis oficinas inmediatamente—ordena señalando hacía la puerta.

Lena le tira una carpeta con documentos, donde se puede ver claramente el sello de la notaría donde registramos la donación de la casa.

Eso ya lo tengo yo—dice mi padre.

Esta no es la que tienes tú cabrón, esta es la original, la que está en la notaría. Eres una basura Jeremiah Danvers, la mayor basura que he conocido en mi vida—le reprocha Lena.

Voy a hablar porque no entiendo nada ahora mismo. Veo a mi padre agarrar la carpeta y tragar saliva. Lo veo nervioso, en esa carpeta hay algo y no sé qué mierda es, yo quiero saber qué pasa, pero Lena despeja mis dudas.

Le hiciste creer a Kara que tenía que trabajar para ti durante cinco años y que tenía que firmar una serie de proyectos.

—¿Eso no es cierto? —pregunto confusa.

No le hagas caso Kara, no es cierto lo que dice—me dice mi padre rompiendo la carpeta que Lena le acaba de dejar.

—Cariño—me dice y se dirige hacia mí—tengo otra copia en mi despacho, no tienes que trabajar para tu padre, la casa ya es tuya.

Estoy en shock, mi padre me ha hecho creer que tengo la obligación de trabajar para él, pero por qué.

Así que es eso, ya te estás follando a mi hija.

Veo como Lena respira profundamente, se gira y pone las manos en la mesa de mi padre.

Te voy a decir algo Jeremiah Danvers, tiene esta semana para hacer la donación de la casa, y usted es el que va a correr con todos esos gastos que le supondrán a Kara o le juro que no podrá levantar cabeza de las inspecciones de trabajo que les mandaré, en algún momento lo agarrarán con la guardia baja.

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