Capítulo 10

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Lena

Ya es viernes, llego al estacionamiento del edificio y antes de subir miro el lugar donde estaciona Kara. Su coche no está, bueno, ni ahora ni en toda esta semana, no sé nada de ella desde que llegamos de la casa de campo y eso me tiene muy desconcertada. Ni siquiera me ha escrito un WhatsApp, es como si la tierra se la hubiera tragado. Y aunque jamás lo admitiría delante de ella, echo de menos verla y sus tonterías.

El sábado por la mañana recibo un WhatsApp de Samantha, ha quedado con todos los que salíamos antes y solo falto yo por confirmar. Lo leo, pero no le contesto, ella está en línea y ve que lo he leído, recibo enseguida una llamada de ella.

Dime.

—No quiero un no por respuesta, te recojo a las once y salimos como hacíamos antes.

— Sam, no me quiero.

—A las once—me dice, y corta la llamada sin darme tiempo a contestar.

Pues parece que ya tengo plan para esta noche.
Sigo sin saber nada de Kara y estoy tentada de escribirle, pero mi inseguridad evita que lo haga, pongo el teléfono en la mesilla de noche y me acuesto otra vez en la cama haciéndome un ovillo. A mi mente llega el recuerdo del fin de semana pasado en el que la pequeña mocosa hizo que me sintiera la mujer más maravillosa entre sus brazos.
Con Jack no me pasaba eso, por suerte ha dejado de llamarme y mandarme WhatsApp, creo que ya le ha quedado claro que todo ha terminado.

Al mediodía escuchó que suena el timbre y una sonrisa se dibuja en mi cara pensando que puede ser Kara, cuando abro la puerta veo con disgusto que quien ha tocado es Steve, el conserje, y lleva un enorme ramo de flores en las manos.

Señorita Lena, han traído esto para usted—dice entregándome el enorme ramo.

Espere Steve ¿sabe de quién es?

No señorita, me lo ha dejado un repartidor, pero tiene tarjeta—me indica el sitio donde está la tarjeta.

Pongo el enorme ramo en el suelo y la tomo, la voy a abrir cuando veo que Steve intenta irse de nuevo.

Espere, por favor—le indico, y él se para.

Abro la tarjeta y leo:
"Perdóname, no puedo vivir sin ti, he cambiado.
Quiero que nos casemos, que vivamos juntos, lo que tú quieras Lena, pero no me dejes.
Te quiere Jack."

Al leer no puedo creer que Jack pueda estar tan desesperado por volver conmigo, si hasta hace unas semanas le daba igual llegar de viaje y no verme.
Recojo el ramo de flores del suelo y se lo doy a Steve.

Tome, tírelo o haga lo que más le guste con él.

Steve me mira con cara de asombro y me dice:

—Pero si es precioso señorita.

—Eso no lo niego Steve, pero es de la persona equivocada.

Steve sigue con el ramo en las manos y mirándome de forma extraña, cuando me dice:

—¿Se lo puedo llevar a mi esposa, señorita?

—Claro que sí Steve, eso sí, compre una tarjeta y dígale algo bonito, seguro que le encantará.

—Muchas gracias, seguro que le gusta—dice con una enorme sonrisa.

Cierro la puerta cuando Steve se dirige al ascensor. Voy a la sala recojo mi teléfono y le escribo a Jack.

Yo: No quiero volver a saber nada de ti, olvídame.
Me recuesto en el sofá, espero que Jack esta vez entienda que lo que hubo entre nosotros ya no existe y que no volverá a existir.

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