Capítulo 5

720 60 18
                                    

Lena

Hoy he pasado la mañana en un acuerdo entre empresario y trabajador, estoy agotada, solo quiero llegar a casa y enfrentarme a lo que me espera, y eso es Jack.
Anoche dormir con Kara me dio paz, una paz que no sentía desde hacía mucho tiempo, esa niña me va a volver loca. Tengo claro que Kara y yo nos encontramos en etapas totalmente diferentes de nuestras vidas, pero eso es un tema que trataré con ella más adelante, ahora el tema principal es Jack y como dejarlo sin hacerle daño.
Sí, ya sé que la relación está rota y todavía más en el momento en que le he sido infiel, nos hemos conformado con una estabilidad que pensaba que existía y en realidad era miedo a lo desconocido, a estar sola, a no conocer a otra persona, miedo al fracaso como pareja.

Cuando llego a casa veo que Jack no ha llegado, me había escrito que llegaría antes que yo, pero no está. Otra vez el trabajo es lo primero y después lo demás.
¿Qué si no me había dado cuenta antes? Claro que sí. ¿Qué quería reconocer que para él lo primero era el trabajo? Pues no.
Suena el teléfono y es Jack, me dice que ya viene de camino. Yo me meto en la ducha y me refresco, a lo que me tengo que enfrentar ahora no va a ser fácil, al fin y al cabo, llevo con él mucho tiempo y no es un mal hombre, ¿por qué la vida tiene que ser tan complicada?
Estoy en la sala cambiando los canales de la tele sin detenerme en ninguno, exhorta en mis pensamientos cuando escucho abrir la puerta, es Jack.
Me levanto del sofá y lo veo venir en mi dirección, no me dice nada, solo llega, me abraza y me levanta un poco del suelo y me da un beso en mis labios.

Te he echado mucho de menos—dice posando otra vez sus labios sobre los míos.
Antes de que se ponga más intenso le pregunto algo que me ronda la cabeza desde que me lo dijo ayer, y es Kara.

—¿De qué te has enterado de la vecina?

Ah eso, la vecina es la hija de Jeremiah Danvers, mi jefe.
Jack sigue hablando, pero yo no le escucho. Me he acostado con la hija del dueño de la empresa de Jack, mi cabeza va a mil por hora y creo que me empiezo a marear.

—¿Estás bien Lena?

—¿Eh? Sí, sí tranquilo, es solo que tengo algo de calor.

Pues como te decía, ya le he dicho a Danvers que su hija hace demasiadas fiestas los fines de semana y…

Ya no las hace—lo corto.

Que haya estado un fin de semana sin hacerlas no significa que ya lo haya dejado, de todas formas, Danvers me dijo que hablaría con ella. Acaba de llegar de Londres la niña, me dijo que seguro era para celebrar su vuelta.

—¿Londres?

—Sí, quiso estudiar allí, es una de las mejores universidades para estudiar arquitectura. Llevaba siete años.

Kara es arquitecta, y yo pensando que era una mocosa caprichosa, que papá o mamá le proporcionarían todo lo que la niña quisiera. Por otra parte, creo que tiene más edad de la que aparenta, no mucho más, pero algunos más seguro que sí, y no sé porque, eso me tranquiliza.
Sigo dándole vueltas a mi cabeza cuando siento como mete su mano por debajo de mi camiseta y mi acto reflejo es agarrarla y pararle.

Espera, espera.

Maldición Lena, llevo una semana sin verte.

Tenemos que hablar Jack.
El sigue con su intento por llevarme a la cama y yo sigo intentando esquivarlo.

Después, ahora solo tengo ganas de ti.

—¡Para de una vez! —le grito y lo aparto de un empujón.

Pequeña Moscosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora