Capítulo 15

634 52 15
                                    

Lena

Es sábado y he llamado a Sam, necesito hablar con alguien o mi cabeza va a explotar, lo que ha pasado con Kara ha sido increíble. Me he sentido a gusto, aunque ha sido sexo puro y duro en la entrada de mi casa,
pero sentirla y saber que estaba conmigo ha hecho que mis dudas vuelvan a mi cabeza.

Suena el timbre y miro por la mirilla, se acabó el abrir sin mirar, no quiero otra sorpresa, o quizás sí, pero hoy no, necesito a una amiga.
Abro y me abrazo a Sam dejando que mis lágrimas salgan sin ningún control, ella me responde al abrazo e intenta que entre un poco para poder cerrar la puerta.
Me dirige como puede hasta el salón y hace que me siente, yo no puedo controlar todavía mi llanto, así que ella se sienta a mi lado y me acerca a ella, dejándome un hueco para acurrucarme en su hombro.
Cuando ella cree que ha pasado un tiempo prudencial, me dice:

—¿Qué te pasa Len? —me pregunta.

Me limpio con un clínex que me da Sam.

Gracias—digo mientras intento tranquilizarme.

Por favor Len, cuéntame lo que te pasa, jamás te he visto así—me dice angustiada.

Empiezo a contarle lo del viernes, que me acosté con Andrea y que cuando llegué Kara me había visto y lo que pasó con Kara.

—¿Que es lo que tú quieres? —me pregunta agarrando mis manos.

No lo sé, estoy echa un lío. Quizás si lo intento con Andrea, a lo mejor…

—Para Lena, no es quizás si lo intento, es ¿tú realmente quieres intentarlo con Andrea?

— Andrea es lo que me conviene.

—Joder Lena, te dijo que era sexo, ¿crees qué Andrea quiere algo?

No lo sé—digo poniendo las manos en la cara. 

Creo que estoy sacando de quicio a Samantha, se pone de pie y empieza a dar vueltas por el salón.

Lena Kieran Luthor, no te das cuenta de que la que te deja pidiendo más, la que te ha dejado sin aliento, no es Andrea—me dice mirándome a los ojos.

Tiene veintidos años—digo agachando la cabeza.

Joder, tú y tu problema con la edad. Es mayor de edad Lena, es que hablas de una manera que parece que sea menor.

Le llevo once años.

Como si le llevas veinte, es mayor de edad, las dos son adultas y no la obligas a nada, es que no te entiendo.

—¿Y si ella quiere tener hijos y yo no quiero?

Sam pone los ojos en blanco.

Busca excusas mejores, eso te puede pasar hasta con alguien de tu edad. Que ya no se tienen hijos con veinte años como antes, joder.

—¿Y si cuándo yo tenga sesenta y ella cuarentena y algo y encuentra a alguien más joven y me deja?

—¿Quieres dejar de decir tantas tonterías juntas?, admite que esa chica te vuelve loca y que tienes miedo, porque realmente ahora sabes lo que es el amor.

Agacho la cabeza cuando oigo decir eso a Sam.

Lena, es normal que tengas dudas, pero yo no voy a resolverlas por ti, lo que tampoco voy a permitir es que te sabotees a ti misma. Joder, ha entrado y te ha follado en esa entrada y has dejado que lo haga. Lena la correcta, la formal, la perfecta Lena, ha dejado que su vecina la folle encima de una mesa.

Hace una pausa para coger aire y tocarse la sien, creo que la he fastidiado pero bien. Yo sigo callada, no hablo, solo dejo que sus palabras, aunque me duelan, salgan de ella.

—¿Qué vas hacer?, ¿seguir follándote a gente hasta que encuentres a alguien de tú edad y que te haga sentir lo mismo que ella?, ¿es eso lo qué pretendes?

Te estás pasando—digo enfadada.

No, no me estoy pasando, llevabas anclada a una relación de mierda siete putos años, siete. Y cuando una chica te pone el mundo patas arriba, huyes. ¡Ah! Pero sí que puedes tener ratitos de sexo, porque claro, para eso la diferencia de edad no importa. No te das cuenta de que si alguien aquí es infantil ¿eres tú?

Ya basta Sam. No te llamé para esto.

—Claro que no, me llamaste para que te dijera que mal se porta la vida contigo, poniéndote a la mujer de tu vida delante, solo que once años más joven. Eres tonta, despierta ya Len o la vas a perder, no estará siempre ahí para ti esperándote mientras intuye que te acuestas con otras u otros.

Tapo mi cara con las dos manos, Sam me está dando una dosis de realidad, ¿y si Kara se cansa de mí? ¿Y si al final la pierdo por mi pasividad?

La quiero Sam, pero tengo miedo, mucho miedo. No entiendo como se ha podido meter tan dentro de mí esa mocosa.

Sam ahora viene a donde estoy yo y me abraza.

No la pierdas Lena, tampoco ahora vayas y te lances, que nos conocemos, pero date la oportunidad de querer y sobre todo que te quieran. Deja que te quiera Lena.

Voy a intentarlo, pero no me va a resultar sencillo. El miedo…

—Nadie dijo que el amor fuera fácil.

—¿Y si no me quiere?

—Joder Len, pues si no te quiere, cosa que dudo, pues pasas página, es importante pasar página.

— Está bien.

Al final se queda a cenar y como cada vez que lo hace y adicta a las pizzas del italiano, bajamos al restaurante a cenar, tras un buen rato de charla donde mi amiga consigue distraerme, finalmente nos despedimos.
Subo a mi apartamento y vuelvo a encontrarme a Kara hablando con una chica en la puerta, eso hace que me quede mirando y sienta rabia cuando veo que Kara le toca un brazo de forma cariñosa. Joder, al final voy a estar hasta celosa.
Entro a mi casa y cierro la puerta esperando que este infierno de fin de semana pase lo más rápido posible.

Pequeña Moscosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora