Capítulo 11

581 52 8
                                    

Kara

Al cerrar la puerta, la rabia que siento me hace llorar sin control, me pongo las manos en la cara, Alex me ve y viene hasta donde estoy yo.
Alex es una amiga de Londres que ha venido de visita, por eso he regresado a mi casa, llevo toda la semana en casa de mi madre, la relación con mi padre está más que rota y mi madre se ha marchado y yo he estado con ella estos días, hasta que Alex me dijo que llegaba.
Mi amiga se agacha y me abraza. No me pregunta nada, solo me mantiene pegada a su cuerpo y me da pequeños besos en la cabeza. Cuando logro parar de llorar, me deshago del abrazo e intento hablar.

No sé por qué me afecta tanto que esa mujer se haya acostado con otra.

—Porque la quieres, Kara. ¿Cómo sabes que se acostó con otra?
Cuando salí a despedir a Imra, ella también salía con alguien, me fijé en su blusa y estaba mal abrochada.

—No pienses eso, seguro que no ha pasado nada—dice intentando calmarme.

No hagas eso, Lena me ha dejado claro que la diferencia de edad es un problema para ella y ahora, joder—no puedo terminar, me tapo la cara con las manos otra vez.

Cariño, si la quieres lucha por ella, nadie dijo que el amor era algo sencillo.

—¿Cómo? ¿Qué hago? —pregunto desesperada.

Seguro que sabrás hacerlo. ¿Te recuerdo todo lo qué has hecho por vivir al lado de ella? Vamos Kara, no te rindas ahora, conquístala.

—Como si fuera tan fácil.

Alex no contesta nada a mi última frase, tira de mí y dice:

Estoy muerta de sueño, necesito dormir, mejor dicho, necesitamos dormir.

Hago caso a mi amiga y nos vamos a mi habitación, y aunque me cuesta un poco conseguir dormirme, al final caigo en un profundo sueño.

°°°°°°°°°°°°°°

Lena

Como era de esperar, el domingo fue la mayor mierda del mundo.
Ahora ya es lunes, estoy en la oficina e intento esquivar a Andrea, aunque en realidad no sé muy bien por qué.
El miércoles estoy tomando un café en la sala de descanso, veo entrar a Andrea y yo intento huir, pero esta vez ella es más rápida que yo y me agarra del brazo.

—¿Se puede saber porque me evitas? —pregunta mientras nos apartamos a un lado.

Es que yo, no sé Andrea.

Lena, somos adultas y lo que pasó entre nosotras, bueno, más bien no pasó.

—Nos besamos—digo agachando la cabeza.

Sí bueno, eso, pero solo fue un besito—Andrea se acerca a mí y posa otro beso en mis labios— ¿ves? no pasa nada.

Vuelve a darme otro y otro, me empiezan a subir los calores y me estoy sintiendo bastante excitada, por no decir que me está poniendo muy sintiendo bastante excitada, por no decir que me está poniendo muy cachonda con este jueguecito de besos inocentes.
Cuando ya no aguanto por la excitación, la atraigo hacia mí y la beso de verdad, ella introduce su lengua en mi boca y yo me dejo llevar por el calor que me produce sentir a Andrea. Nuestras lenguas danzan un baile como si se conocieran de toda la vida y mi sexo palpita de excitación una y otra vez, creo que si sigue así podría llegar a correrme.
Sentimos un ruido y paramos, cuando nos damos cuenta, J'onn J'onzz, está entrado por la puerta. Andrea y yo intentamos recomponernos, aunque nuestra respiración sigue bastante agitada.

Pequeña Moscosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora