Pequeña Moscosa

Capítulo 21

Lena

Por fin es viernes, llamo a la notaría y me dicen que no tendrán el documento hasta el lunes, que al ser verano están bajo mínimos de personal, que tenga paciencia.
No puedo tener paciencia, Kara pidió una semana de vacaciones a su padre para intentar solucionar esto, me tocará hablar con ella y decirle que aguante un poco más.

Llego a casa agotada, al final he tenido que ir a conciliaciones y se me ha hecho más tarde de lo que esperaba.

Como algo y me meto en la ducha, cuando salgo oigo como suena el timbre de casa, inconscientemente se dibuja una sonrisa en mi rostro, sé que será Kara y aunque pueda estar con la idiota esa, me alegra el día y espero hasta el fin de semana solo con poder verla.
Abro la puerta y efectivamente es ella, y para mi desgracia tiene otra vez puesta una camiseta e imagino que estará en braguitas, porque no logro ver ya que la camiseta es algo larga.

—Tengo los ojos aquí arriba Lena.

La miro y tiene una sonrisita de pícara que me vuelve loca.

—Dime—logro decir.

—¿Ya te han dado la copia?

—No, todavía no, pasaré el lunes a recogerla, en cuanto la tenga te aviso.

Kara da un bufido, ya sabe que tendrá que ir a trabajar. La tomo de las manos y la miro fijamente.

—Ten paciencia, si es lo que dice mi amigo, solo tendrás que trabajar el lunes.

—¿Cuál es su teoría? — pregunta.

—No voy a decirte mucho más, ni siquiera debí decirte eso, solo te pido un poco más de paciencia.

Sigo hablando con Kara del tema cuando veo que se abren las puertas del ascensor y las dos nos giramos, es la chica esa otra vez, veo como se le acerca, deja un beso en sus labios y le dice:

—Te espero en casa, cariño.

—Genial—digo en voz baja.

—¿Decías algo? —me dice la chica.

No le respondo y Kara me mira con una sonrisa, la chica se gira y se va a la casa.

—¿De qué mierda te ríes? —le digo.

—¿Estás celosa? Alex tenía razón.

—Yo no estoy celosa. Me voy, creo que alguien te espera en tu casa.

Veo que Kara se pega a mí.

—Nadie me espera en mi casa Lena—susurra en mi oído.

Me está poniendo más nerviosa de lo normal. Entre el enfado por la idiota esa y Kara provocandome, si de algo estoy segura es que mi corazón funciona demasiado bien, o ya me habría dado algún infarto.

—Pues no parece eso—respondo claramente de mal humor. 
Kara me atrae hacía ella, me besa y yo por un momento me dejo llevar, hasta que la separo y le digo:

—No soy segundo plato de nadie, así que vuelve con tu amiga, que seguro que ya está sin bragas—digo con rabia.

Kara me mira con cara de deseo y no entiendo que mierda está pasando, respiro demasiado agitada, si vuelve a besarme no podré controlarme.

—Alex es solo una amiga, no hay nada entre ella y yo.

—Te ha besado y…

—Lo ha hecho para ponerte celosa, y por lo que se ve, ha funcionado.