WITH ME || Manjiro Sano

capítulo 2

— ¿Incluso yo iré?

Pregunté totalmente confundida. No pensé que esto pasaría tan pronto.

— ¡Sí mocosa de mierda! Es la última vez que te lo repito — el hombre me dió un golpe en la cabeza tan fuerte que pensé que mi cráneo se quebraría.

Pero está vez no mostré alguna expresión de dolor, simplemente me froté la cabeza tratando de apaciguar el dolor mientras miraba al hombre de reojo conteniendo las lágrimas.

«Jodete, no sabes lo agrio que sabía tu pájaro exótico, te estafaron horrible» dije para mis adentros

«Oh... Recuerdo que también tienes un águila» sonreí mirando al frente mientras acomodaba mi sombrero.

Lo que no podía creer hasta ahora fue el hecho de que tengamos que viajar a China.

Si, a China... ¡CHINA!

Ryuma va a avisar a su sobrino y a su familia que vive ahí.

No estoy lista para encarar al pelirrojo endiablado, si es necesario me voy a quejar en mi mente todo el camino.

¿Porque me estan llevando a mí? Ni idea. Bueno, creo que tengo una idea del porque jajaja

Mi Nana no estaba para ocuparse de mi y el señor ya no confiaba en sus guardias por lo ocurrido hace una semana. Prevenir antes que lamentar dicen por ahí.

Creo que no debí haber hecho eso... ¿Que estoy diciendo? ¡Está es una gran oportunidad para cambiar las cosas a mi favor!

Solo tengo que pensar en algo.

La mujer, que hasta el día de hoy no eh aprendido su nombre, se pintaba los labios mientras esperaba a que su esposo diera las indicaciones necesarias a sus guardias para que cuidaran la mansión.

Yo estaba a su lado con un ridículo vestido de los tiempos antiguos, esos vestidos estilo vintage algo pomposos con un moño en la espalda y que te llegaban hasta hasta las rodillas junto a unos botines blancos y un sombrero adornado de flores.

La señora se burlaba de mí cada vez que me veía.

— ¿Tratas de imitar a Candy, mocosa? Solo te faltan las dos coletas — dice y de repente una idea cruza por su cabeza. Me quita el sombrero — No te muevas.

— ¡Ay!

— ¡Que no te muevas! — exclama mientras jala mi cabello para que me quedara quieta. Sus dedos pasaban bruscamente enredando mis pobres mechones y sentí como ataba fuertemente dos coletas a cada lado de mi cabeza — ¡Pf! ¡Jaja! ¡Mírate!

¡No puedo! mis ojos se volvieron chinos gracias a qué amarraste demaciado fuerte mi cabello. Pero que puedo hacer, al menos iremos a China y nadie se dará cuenta.

Realmente duele...

— ¡Hora de irnos! ¡Rápido! ¡Rápido! ¡No tengo tiempo para estupideces! — me empujó bruscamente para que me moviera y entrara al auto.

Ya adentró sentí como jalaba mi oido con fuerza, apreté los dientes tratando de no gritar pero no pude evitar soltar un quejido por lo doloroso que era.

¡Mierda! ¡Que te den! ¡Duele mucho!

— Escuchame bien mocosa, no quiero ni una sola mueca hacia mi querido sobrino, tratalo mejor que a un Rey, después de todo él será tu esposo para toda la vida, mas te vale ser amable — susurra con ojos asesinos — Quería presentarte a él cuando fueran mayores pero lamentablemente las cosas se dieron así. Solo ten en cuenta mis palabras.

Por supuesto que lo traté como un Rey, una cárcel de máxima seguridad es lo suficiente mente exclusivo para alguien como él.

Ese fué el mejor trato que pude darle. No estoy feliz de volver a ver ese rostro, para nada, pero ya veré qué hacer para escapar de esta horrible familia.