WITH ME || Manjiro Sano

capitulo 6

Ojos violeta.

Fruncí el ceño y examiné rápidamente su rostro. Definitivamente Manjiro no tenía ojos violeta.

— ¿Que mierda acabas de hacer? — reclamó molesto el peliblanco desconocido.

Su voz me causó escalofríos, sentí que mi cabeza se aclaró por unos segundos.

— Tú no eres él... — Murmuré retrocediendo lentamente.

No era Manjiro, no era él, no...

Mis ojos se abrieron exageradamente al caer cuenta de lo que había hecho. Había besado a un extraño.

— ¡Ah! ¿Que sucedió conmigo?

— Eso mismo me pregunto ¿Que diablos sucedió en tu cabeza? — exclama aún con el ceño fruncido.

—Viéndote de cerca, creo que solo te confundí de espalda... aunque podria jurar que él tenía una espalda más ancha — Murmuré dándome un vuelta para observar su espalda, lo intenté tocar pero él se volteó y sujetó mi mano a centímetros de su rostro.

— No me toques — observa mi rostro fijamente antes de soltar con fuerza mi mano — ¿Estás ebria?

— No lo sé.

— ¿Cuantos dedos vez? — levantó la mano derecha.

— Veo 10 pero usando la lógica creo que solo deberían ser 5 — afirmé con la vista borrosa.

— Genial, aparte de loca, borracha — comentó frotando su rostro.

— Borracha sí y loca... Tal vez.

— ¿Tal vez? Acaba de besar a un extraño.

— Tú tienes la culpa, ¿Porque te copiaste su corte? — pregunté molesta.

Mierda, el trago me está cayendo muy mal.

— ¿Ah? ¿De qué mierda estás hablando?

— Un momento... ¿Tu cabello es blanco natural? — pregunté fascinada, traté de sujetar su cabello pero él retrocedió — ¡Eso es genial! ¡Podríamos ser hermanos perdidos!

Alguien más nacido con cabello blanco... Aunque de él parecía más color plata.

Debo confesar que me encantó de inmediato la idea.

— ¡Oye, mantén las manos quietas! ¡Mierda, alejate! — finalmente se enojó y me empujó fuertemente.

Caí hacia atrás apoyando los codos para no lastimar mi espalda y mi mente se aturdió al grado que todo me comenzó a dar muchas vueltas, miré mis manos parpadeando cuando me di cuenta lo que había pasado. Revisé mis codos al sentir dolor, ambos tenían raspaduras y un poco de sangre.

Observé al peliblanco alejarse sin importarle que estuviera en el suelo con varias personas bailando a mi alrededor.

«Con que así estamos»

Una sonrisa divertida y perversa apareció en mi rostro seguida de una carcajada mientras me levantaba y corría hacia él.

No puedo creer la estupidez que estoy comentiendo pero no me importaba nada en este momento solo quería cobrarme el dolor.

Lo que hice cuando lo alcancé fue tomarlo desprevenido y darle una patada en la espalda haciendo que salga volando al sofá donde se encuentra Rindou para finalmente terminar cayendo encima de la mesita de centro, rompiéndolo de pasada.

Todos los que estaban ahí también abrieron la boca al ver al peliblanco aparecer de la nada.

— ¡IZANA! — Kakucho se preocupó y se levantó rápidamente a ayudarlo.