Capítulo 48

1K 124 45
                                    

Hay varias cosas que no aprendí de cuidar niños hasta ahora. La primera, es casi imposible dormir durante toda la noche.

— Ume.

— Dime — dí un bostezo mientras miraba el interior de la cuna nueva que había pedido hace unos días. Siendo las tres de la mañana, finalmente se durmió.

Manjiro, quién estuvo conmigo día y noche ayudándome, se sentó en el sofá de al lado y palmeó su pierna para sentarme en su regazo.

Sonreí antes de ir hacia él y sentarme con cuidado juntado su cabeza con la mía cerrando los ojos por el sueño. Manjiro me vió de reojo.

— Mira esas ojeras ¿Cómo un rostro tan lleno de vida puede verse tan agotado? — me reí por el tono lastimero con el que hablaba — ¿Quieres que contrate a alguien para ayudarte?

— No me molesta la falta de sueño, sabía que algunas cosas serían difíciles pero estoy bien así, soy inmensamente feliz.

— Insisto, con todo lo que tienes que hacer en tu empresa será difícil hacerte cargo de un niño la mayor parte del tiempo — menciona acariciando mi pierna con suavidad — me gustaría quedarme todo los días contigo y ayudarte pero...

— Lo sé, también estás ocupado. No me gustaría que arriesgues tu carrera profesional.

— Y a mí no me gusta la idea de dejarte todo a tí. Ya es la segunda llamada de advertencia que recibo por parte de Kokonoi — menciona atónito — nunca pensé recibir un regaño de kokonoi.

Sonreí divertida.

En eso tiene razón, ya son varias veces que me terminó durmiendo durante una reunion de accionistas. Me reí de solo recordar las caras de Kisaki y Kokonoi intentando despertarme sutilmente por debajo de la mesa para que los demás accionistas no se dieran cuenta.

—Voy a tomarme unas vacaciones y dejaré que alguien tome mi lugar por un tiempo — mencioné decidida — y así podremos ir a verte en tus competencias.

— Me gusta la idea.

— ¿Vas a dar lo mejor de tí si vamos verte? — pregunté emocionada.

Él se ríe.

— Ganar solo para verte celebrar es el mejor incentivo que puedo tener... — me sonrojé levemente al escucharlo — por cierto, eh estado pensando y quería hacerte una propuesta.

— ¿De que se trata?

— Eh pensado comprar una casa — confesó   — Lo eh pensado desde hace mucho y dinero no me hace falta... Lo único que me falta eres tú.

— ¿Yo?

— Si ¿Quieres venir a vivir conmigo? — preguntó tímidamente. Mi sonrisa se agrandó.

— ¿A dónde nos vamos? — pregunté encantada con la idea — ¿Una casa en el centro de la cuidad?

— En realidad yo estaba pensando en una casa alejada de la revoltosa cuidad, la verdad no extrañaré para nada vivir en el último piso de un edificio.

Asentí de acuerdo.

— Tienes Razón, sería bonito tener una casa alejada del ruido... Y de las alturas por si te agarra la locura otra vez — me excusé con una sonrisa nerviosa.

«Prefiero mantener alejado a Manjiro de las alturas»

Él me miró de reojo con mucha seriedad por unos segundos. Puse mi mejor rostro de tristeza y dejé un beso en su mejilla para calmarlo.

Él suspiró dándose por vencido.

— Entiendo, entiendo. No volverá a suceder, lo juro.

— Eso me deja más tranquila...

WITH ME || Manjiro SanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora