WITH ME || Manjiro Sano

capítulo 23

— ¡Kakucho!

— Cobarde.

— ¡Kakucho! ¡Controla a tu líder!

Kakucho no me hacía caso, estaba tan concentrado riendo con Ran y Rindou que mis gritos no llegaban a su oídos.

Me dí la vuelta nuevamente encarando a Izana quién me seguía mirando fijamente, sus ojos violetas brillaban con malicia y satisfacción al verme tan inquieta.

Su mano jaló de mi muñeca hasta ponerme de pie frente a él. Suspiré aliviada al ver que al menos ya no tenía la intención de seguir dándome un espectáculo.

— Baila conmigo, Ume — sus manos se posando con cuidado en mis caderas acercándome a él. Puse mis manos en su pecho para evitar acercarme demaciado a su rostro

— Pero chico, realmente eres un pegote cuando estás ebrio — Murmuré rodando los ojos.

La música repentinamente cambio a una más lenta y sensual, fruncí el ceño y miré en dirección a Rindou.

Me encontré con Kakucho y Ran quienes habían cambiado la música. Él de ojos púrpura me dió un guiño antes de seguir conversando con Kakucho, ambos soltando disimuladas sonrisas en uno al otro, cómplices.

Maldije por lo bajo.

Escuché la risa de Izana y volví mi atención a él. Mis ojos se abrieron ligeramente al percibir algo que hasta ahora no había notado... En realidad nunca me había detenido a mirarlo o analizar sus facciones, es la primera vez que lo hago.

¿Este hombre realmente me está mirando de esa manera?

La mirada de Izana está llena de deseo, mis ojos se centran en cada detalle su rostro, desde sus afilados ojos hasta sus labios carnosos. Él se balancea suavemente al ritmo de la música sin quitar su mirada de mis ojos, su cuerpo emana una sensación cálida, cada movimento y gesto está cargado con una intención.

¿Deseo? ¿Alguna vez alguien me ha visto con esta intensidad?

Mi cabeza está aturdida por la intensidad de su mirada. Hay una gran diferencia en la forma en la que me observa Manjiro a la mirada que me está dirigiendo el peliblanco en este momento.

El hombre frente a mí me mira con deseo y parece estar proyectando su propia fantasía en ella, como si yo fuera el objeto de su deseo. Por otro lado, la mirada de Manjiro siempre está cargada de calidez, como si yo fuera una persona única e invaluable.

Ni Ran me había visto de esta manera... No pude evitar tomar su menton y apartar su rostro al sentirme cohibida.

— No te atrevas a mirarme con esos ojos... — le pedí con los ojos entrecerrados, una mirada de advertencia. Izana parece confundido con mi reacción pero solo suelta una risa divertida.

— ¿Entonces con cuales? Son los únicos que tengo — pero al notar que realmente me sentía cohibida decidió desistir con su broma y aleja un poco su rostro — Lo siento, no era mi intención volver a incomodarte con mi mirada.

Suspiré negando lentamente y decidí responderle con calma.

— No me molesta que me mires, simplemente no me gusta la forma en que lo estás haciendo.

La comisura de sus labios vuelven a elevarse.

— ¿Y de que forma te estoy viendo según tú? — su voz adquiere un tono más suave y grave.

— Pareces estar mirándome como si fuera una presa o algo por el estilo, y no puedo evitar sentirme cohibida.

—Oh... simplemente me parece divertido ver lo tímida que te vuelves cuando alguien se te insinúa encerio — responde aún con las manos en mis caderas — Es un juego divertido.