Capítulo 58

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No entiendo que sucedió.

Apenas recibí la llamada de la directora dejé mi oficina y fuí rápidamente a la primaria. Ni siquiera tuve cabeza para llamar a Manjiro cuando la directora me dijo que se trataba de un problema sucedido con Oujiro.

«¿Que sucedió con mi niño? ¿Está lastimado?» pensé mientras conducía mi vehículo.

Al llegar todos los niños estaban en sus clases, mientras caminaba por el pasillo pude ver de reojo el salón de los gemelos con la puerta abierta. Ada está ahí dentro escuchando a su maestra pero pude notar fácilmente la expresión de tristeza y preocupación en su infantil rostro.

Podía sentir que estaba a punto de llorar.

El asiento de Oujiro está vacío. Fruncí el ceño y me fuí a la dirección. Toqué la puerta y a los pocos segundos una voz me dejó ingresar.

— Buenos días — saludé al ver a la directora sentada en su escritorio.

Observé la situación para tratar de sacar una conclusión de lo que estaba sucediendo.

Podía ver el cabello rubio de Oujiro, mi hijo estaba sentado frente a la directora.

Una mujer está de pie y su hijo sentado en la otra silla frente a la directora. La mujer no se ve nada contenta y el niño no deja de llorar. Cuando me acerqué hasta quedar a un lado de Oujiro supe exactamente lo que sucedía.

El niño tiene la nariz roja y restos de sangre seca en la misma. Mi hijo tiene las manos manchadas de sangre.

«Ay no...» pensé.

— Señora Sano,  gracias por llegar rápidamente — comenzó la directora — como verá, Oujiro está aquí por un gran problema.

— ¡Su hijo golpeó a mi hijo! — la mujer me señaló claramente molesta — ¡¿Esa es la clase de educación que le está dando?!

— No sabe cuánto lo lamento — observé de reojo a Oujiro más él tenía la mirada en el suelo — No sé que sucedió...

Oujiro es el más tranquilo de mis hijos, me es imposible creer que él haya hecho algo tan terrible.

— Fué en el receso, apenas escucharnos los gritos de los niños salimos y encontramos a Oujiro encima de su compañero — la directora relata — golpeando su rostro a puñetazos.

— ¡Miré el rostro de mi niño! ¡Miré lo que su pequeño demonio le hizo!

Fruncí el ceño disgustada por los gritos de la mujer pero podía comprender su enojo.

— Oujiro — llamé. Él no levantó la mirada así que me agaché a su lado tratando de buscar su mirada — mírame, ¿Que sucedió? ¿Porque hiciste eso? Explícale a mamá.

Me observa de reojo sin decir ni una sola palabra, sus ojos blancos no muestran signos de arrepentimiento y su mirada es tan fría que me sorprende que se traté de un niño de cinco años.

— Señora Sano, tendremos que suspender a sus hijo por una semana.

— ¿Que? ¡Ese niño debe ser expulsado! — la mujer se acerca a la directora — ¡Que sucede con esta escuela! Estoy pagando mucho para que mi hijo asista a un lugar seguro. Ese niño volverá a golpearlo.

—  Me ocuparé de los gastos médicos  — interrumpí — Y no volverá a suceder, le doy mi palabra. Mi hijo no volverá a cometer tal barbaridad.

— Eso espero.

— Oujiro, discúlpate con tu compañero — susurré tocando su hombro. Pero mi hijo se negó — Lo que hiciste fué terrible.

WITH ME || Manjiro SanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora