WITH ME || Manjiro Sano

capítulo 50

Izana.

Al ver que Izana había regresado sostuve con fuerza a Shinjiro apegándolo a mi pecho. Manjiro frunció levemente el ceño pero lo dejó pasar.

Izana sonrió y sujetó la mano de alguien haciéndolo pasar junto a él. Ninguno de nosotros esperaba ver a la mujer de larga cabellera azul y vestido amarillo ingresar con elegancia y algo de incomodidad.

«Al parecer Izana lo consiguió» pensé al ver a Maxine.

La peliazul miró de reojo a Manjiro, ambos se mostraron alertas como si su sola presencia fuera un peligro.

— Izana — llamé. Él volteó a verme y su sonrisa se agranda al ver al pequeño peliblanco. Se acerca y lo toma en brazos.

— Estás enorme hijo... — murmura, Shinjiro lo mira con curiosidad. Cuando están cerca se nota aún más el parecido — siento haberte dejado tanto tiempo, a partir de ahora me verás  más seguido.

— ¿Piensas llevártelo? — pregunté con calma. Me duele pensarlo pero si viene con Maxine significa que ellos se lo van a llevar.

Izana frunció levemente el ceño.

— ¿Sabes Ume? Nunca saldré de la vida de mi hijo... Pero... — volteó a ver a Maxine quien sonrió ligeramente al percibir su mirada — creo que lo mejor para él es también tener la oportunidad de crecer con una madre que lo ama y no solo conmigo.

Mis ojos se iluminaron al instante.

— ¿Eh? Eso significa que...

— No te emociones, tampoco voy a dejártelo completamente... — suspiró y se sentó en el sofá con Shinjiro en sus piernas — papel y lápiz Ume, quiero que te acuerdes de esto.

— Entiendo, entiendo — fuí corriendo a buscarlo y regresé notando que todos me estaban esperando. Maxine se mantenía tranquila de brazos cruzados y Manjiro esta de igual manera mirando por los ventanales del departamento — bien, ya regresé, dime.

— Shinjiro estará contigo cuatro días a la semana y el resto se quedará conmigo.

— Si.

— Navidad la pasará conmigo y año nuevo contigo — hice una mueca pero no me quedaba de otra, si sigo peleando Izana podría cambiar de opinión.

— Pero podré pasar a saludarlo ¿verdad?

— Si.

— Entonces bien.

— Todas sus necesidades financieras las cubro yo.

— No es necesario, yo pued-...

— Es mi hijo, mi responsabilidad. Me importa poco cuanto dinero tengas, su ropa, escuela, doctores, medicinas, juguetes y caprichos corren por mi cuenta.

— Ya, entendí.

— Su educacion será privada, ya lo estuve pensando y de buscar una universidad me encargo yo.

— Hmm... ¿Seguro? Aún es muy pequeño para pensar en eso.

— También iremos a inscribirlo al registro porque aún no tiene acta de nacimiento.

— Solo dime cuándo y dónde.

— Una regla muy importante. Ume, no hagas que Mikey tenga influencia en Shinjiro, su padre soy yo... — observó a Manjiro señalandolo amenazante — escuchame bien Mikey, si Shinjiro llega a llamarte papá, tú y yo tendremos graves problemas.

— No prometo nada, no será mi culpa si llega a suceder casualmente — Manjiro se encogió de hombros mencionado eso. La peliazul frunció levemente el ceño.