Capítulo 15

1.7K 239 84
                                    


Recogí el obento que por suerte no se había abierto y me acerqué lentamente a ellos.

Al estar de espaldas no notaban mi presencia, podía escuchar a Manjiro contarle algunas cosas triviales a papá y él se reía ligeramente.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo al escuchar la risa de papá. Todavía no veo su rostro y ya tenía los ojos cristalizados.

Su cabello era incluso más lindo que el mío.

—Y me olvidaron ahí por más de dos horas — se quejó Manjiro.

— ¿Te quedaste dormido en una sala de cine por más de dos horas? ¿Cómo es que nadie se dió cuenta?

— Al rato Kenchin volvió a despertarme — menciona con gracia.

— Menos mal se acordó.

— ¡Na!, solo se acordó cuando Emma lo llamó porque necesitaban que regrese a casa.

Tanto mi padre como Manjiro volvieron a reír.

— ¿Ya te sientes mejor? Estabas de muy mal humor cuando llegaste — menciona mi padre.

— Solo estoy algo estresado.

— Eres muy joven para agobiarte con problemas, no digo que los ignorantes, solamente quiero que trates de relajarte y vas a ver cómo encuentras soluciones más fácil.

— Es más fácil decirlo que hacerlo — murmura Manjiro mirando al frente — hay momentos que no puedo controlar mis emociones y termino lastimado a las personas...

— Eres un chico muy sentimental — el peliblanco llevó su mano y frotó la cabellera de Manjiro suavemente — pero tratas de hacerte el fuerte ante los demás... Manjiro, llorar y pedir ayuda no es malo.

—...

— Todos necesitamos liberar nuestras emociones de alguna manera, no puedes retenerlos para siempre, al final terminarás destruyendo tu propio corazón.

No podía creer lo cercano que ambos se veían, parece que se conocen desde hace mucho tiempo.

— Tienes razón, escuchar los sabios consejos de un viejo siempre te hace reflexionar.

Mis ojos se agrandaron cuando el peliblanco dejó de frotar su cabello y le dió un sape en su lugar. Manjiro se quejó sujetando su cabeza

— ¿Cuál viejo? Apenas llegué a los treinta, ten más respeto — se quejó indignado y Manjiro se puso a reír.

No pude evitar parpadear varias veces tratando de retener mi llanto, no pensé encontrarme con una escena así.

Manjiro se dió cuenta de mi presencia y volteó a verme, sus ojos se abrieron ligeramente sin saber que hacer o decir.

Lo había descubierto.

No sé si aún sigue molesto conmigo pero por la forma en que me mira puedo decir que no se esperaba mi presencia.

— ¿Manjiro? — el peliblanco se dió cuenta de su repentina distracción. Rápidamente se dió la vuelta en la misma dirección que estaba viendo el rubio.

Lo que veo no puede ser real...

Tuve que morder mis labios para no empezar a sollozar, fue imposible detener mis lágrimas cuando ví por primera vez el rostro de mi padre, llevé mi temblorosa mano hacia mi boca tratando de ocultar mi consternación.

Realmente se parecía a mí... No, en realidad no, mi padre era realmente un ángel, él sí merecía ser llamado un ángel.

Ahora puedo observar lo que la podrida mente de mi madre quiso tener a su lado, su obsesión por él.

WITH ME || Manjiro SanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora