Capítulo 12. A los lobos les gusta la tortura

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Recapitulemos: tuve un sueño súper largo, perdí los recuerdos, me enfrenté a un lobo, pero salí malparado (con el brazo izquierdo con un arañazo muy gravemente profundo), fui a un supermercado destartalado donde conocí a Obi, nos pusimos de acuerdo en empezar nuestra marcha hacia occidente (porque Obi avistó algo importante), durante el viaje nos topamos con varios lobos (en especial, uno bípedo), una vez superado aquel obstáculo (también salí malparado, el bípedo me arañó en mi pierna derecha, pero fue algo leve) proseguimos el viaje...

Recapitulemos: tuve un sueño súper largo, perdí los recuerdos, me enfrenté a un lobo, pero salí malparado (con el brazo izquierdo con un arañazo muy gravemente profundo), fui a un supermercado destartalado donde conocí a Obi, nos pusimos de acuerd...

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Corrí hacia el grito como podía, que cada vez que me acercaba, los gritos se escuchaban cada vez con más volumen y frecuencia.

Obi me seguía (casi saltando), porque parecía que también oyó el grito, pero dudaba.

De todos modos me siguió.

Saqué el bate mientras corría, jadeaba y jadeaba, corriendo como un loco (ese era mi estado en ese momento).

Me tropecé en un bache e hice una caída grande y larga, y me caí en el hombro derecho, me apoyé con la mano y efectué una voltereta lateral.

Me caí en pie, con el bate todavía en mano.

Después de aquello no me pude creer lo que veía en mis ojos.

Una pandilla de lobos daba latigazos a un... ¿niño?

No se distinguía quién era (o qué era)

Por otro lado, el campo rodeado de árboles espesos era medianamente grande; sin faltar, había muchos charcos de sangre.

Es más, ¡muchísimos!, por el aspecto del campo, había muchas huellas de tierra y de sangre, lo que me hizo pensar (sin lugar a dudas) que el 'niño' había tratado de huir.

También había indicios de haber habido un combate armado, ya que había una serie de árboles cortados: unos cortados, otros medianamente cortados y otros ya talados (algunos con sangre); había otros árboles a los que le habían asestado unos golpes muy fuertes (tal vez, con martillo y puñetazos).

Y además, había muchos lobos muertos desperdigados por el suelo y algunos más enganchados a los árboles, como abrigos en un perchero.

Ningún lobo parecía percatarse de mi presencia, así que me escondí en unos arbustos, sin hacer ruido.

Obi también estaba allí, observando y escuchando el panorama...

Había un círculo bastante grande de lobos alrededor del torturado...

Y me di cuenta de que el 'niño' era en realidad ¡un Elfo!

El Elfo tenía ropas élficas de batalla, también una funda de una espada élfica (que en ese momento no tenía espada), sus ropas estaban hechas jirones y estaban sangrientas...

El lobo que tenía un látigo, dio varios latigazos mientras decia:

—¡Hablas o mueres! ¡Un pelucón de orejas puntiagudas de mierda como tú, se merece que le purifiquen el alma!

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Nota del autor: Purificar el alma, es una de las frases que más tuvo éxito en la época del youtuber célebre Auronplay, en una de sus bromas telefónicas: "El Cura Violento".
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CONTINUARÁ...

CONTINUARÁ

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Obi: El Viaje Del Fuego (HIATUS INDEFINIDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora