Capítulo 15. El aura maligno

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—¡AAAAHHHH! ¡¡¿QUÉ ES ESO?!! ¡¡¿QUÉ ES ESO?!!

Marto gritaba aterrorizado, alejándose de mí.

Miré hacia atrás: sólo estaba Obi que estaba tan impresionado como yo al ver a Marto aterrorizado.

—¿El qué? ¿Qué has visto?

Marto me miraba con ojos como platos, y en cuanto di un paso para tranquilizarle, él desenfundó su espada apuntándome hacia mí, me dijo:

—¡NO TE ACERQUES! CONTÉSTAME A ESTA PREGUNTA: ¿SIRVES A ALGÚN SEÑOR?

Me quedé atónito por su reacción, pero igualmente contesté:

—No sirvo a ningún señor. Pero me gustaría saber qué es lo que has visto.

—Mientes, es imposible que alguien tenga la mente envuelta en un aura tan maligno sin servir al Señor Oscuro.

Me quedé sin palabras, estaba totalmente confuso.

—"¿Soy siervo del tal Señor Oscuro? No puede ser, ni siquiera le he visto ni conocido..." —pensé— aunque puede ser que...".

Flashback...

"... no conseguía recordarlo, es más, mi mente estaba, como vacío... Me esforcé más de lo que pensaba en recordarlo (me empezaron a salir venas), aunque no lo conseguí, entonces me puse a (intentar) recordar otros recuerdos pasados... nada."

Fin del flashback.

—"A lo mejor tuve una vida pasada como siervo del Señor Oscuro, sin embargo, no quiero servir a nadie, SOY LIBRE, como Dios manda..." —pensé.

Volví en sí, Marto todavía me apuntaba con su espada; sin moverme del sitio, dije:

—Esto... Marto. ¿Quién es el Señor Os...?

Me interrumpió el movimiento de arbustos a mi derecha; me puse en guardia, pero mi bate estaba a unos diez metros atrás de mí.

¡FIU!

Rápido como el viento, un Elfo salió, como de la nada; me hizo un tajo paralelo a la clavícula por encima del pecho.

Por suerte, lo esquivé CASI a tiempo (de no ser por esa centésima traicionera, el Elfo no me habría hecho ese tajo), porque me hizo un corte superficial por toda la parte superior; también había cortado mi camiseta y me empezaba a sangrar

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Por suerte, lo esquivé CASI a tiempo (de no ser por esa centésima traicionera, el Elfo no me habría hecho ese tajo), porque me hizo un corte superficial por toda la parte superior; también había cortado mi camiseta y me empezaba a sangrar.

—"Buaa... Escuece un huevo... Ahh..." —pensé, dolorido.

No grité porque me parecía que ya me lo veía venir (un ataque parecido), algo que me podía hacer daño, pero nunca hubiese pensado que fuese un Elfo.

El Elfo que me atacó, portaba una espada más pequeña y corta que la de Marto (la espada de Marto medía todo el brazo, mientras que la del Elfo 'desconocido' tenía una longitud igual a desde las puntas de los dedos hasta el codo).

Él levantando la espada, dijo:

—¡No te acerques a mi hermano!

Todo esto pasó tan rápido que ni me enteré hasta unos momentos después de lo que estaba pasando; cuando traté de levantarme a duras penas, el Elfo me puso la punta de su espada cerca de mi cuello.

—¡No te atrevas a levantarte, so bribón! Di por qué has venido por estos lares, ¿a saquear o a matar?

—Digamos que aquí no hay nada material para saquear (excepto árboles sin fruto), y matar, solo lo haría contra ciertos enemigos, como los Lobos.

—¿Ciertos enemigos? ¿Los Elfos los consideras entre tus "ciertos enemigos"?

—Que va, los Elfos me caen bien desde siempre, pero no me esperaba una reacción parecida.

El Elfo a Marto; sin girar la cabeza:

—¿Es eso cierto, hermano? -Marto salió de su conmoción de terror y dijo escuetamente:

—Lee su mente...

La espada del Elfo todavía estaba cerca de mi cuello, sus ojos se pusieron más verdes de los que eran antes, con un intento para aparentar tener un aspecto intimidatorio (en realidad, no lo parecía, pero como estaba en peligro, pues bueno).

Sentí una presencia entrando en mi mente cuando...

—¡AAAAHHHH! —el Elfo corrió atrás, tropezándose y cayó sentado, al lado de Marto y se le cayó la espada por la caída.

Todos estábamos sentados, excepto Obi que no tenía posición definida para sentarse y estuvo todo el tiempo mirando sin decir nada.

El Elfo estaba temblando y cogió nuevamente la espada y me apuntó con ella:

—¡Siervo del Señor Oscuro! Sin lugar a dudas.

A partir de aquí, se me agotó la paciencia de tanta acusación.

—NO SÉ DE QUÉ COÑO DE SEÑOR OSCURO OS ESTÁIS REFIRIENDO, NO SIRVO A NINGÚN SEÑOR, ¡A NADIE!

Los Elfos se quedaron atónitos, incluso al Elfo se le había caído la espada ("clin"); y entonces Obi intervino:

—Esto... Gente Hermosa, no creo que Luis sea un siervo de ese tal "Señor Oscuro" (tampoco sabía quién era) porque solo ha estado matando a Lobos y a nadie más (bueno, eso también es porque no nos hemos topado con otra criatura que no fuera Lobo), lo que confirma la veracidad de su contraacusación.

Los Elfos se miraron, y un momento más tarde, como si se hubieran entendido sin hablar, asintiéndose entre ellos, Marto dijo:

—Entonces, ahora lo intentamos los dos juntos a revisar vuestras mentes.

CONTINUARÁ...

CONTINUARÁ

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Obi: El Viaje Del Fuego (HIATUS INDEFINIDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora