—¡No lo diré a alguien como tú, "Cerebro-podrido"!
Como has visto en el capítulo anterior, una banda de Lobos capturó a un Elfo y lo estaban torturando gravemente.
El Elfo no gritaba ni gemía de dolor, sin embargo, no parecía que pudiera aguantar mucho más.
Obi me tocó la mano en signo de llamada.
Miré a Obi, y en su cara-pantalla, en vez de ojos, mostraba un mensaje que ponia: "Ahora o nunca".
Que no se hable más.
Cogí el bate, y salí del arbusto de un salto.
Y cargué contra el primer Lobo con el que me topé.
Le di en toda su cabeza y lo dejé en el suelo, inconsciente; toda la manada se giró hacia mí, y Obi salió con dos cuchillos gigantes y rebanaba cabezas a los Lobos que se acercaban a mí.
Uno, dos, tres, cuatro...
Lobo por Lobo caía muerto, cada uno de ellos tenían su cabeza separada del tronco y vertían mucha sangre.
Hasta que él Lobo que estaba torturando al Elfo con el látigo paró y con su boca cogió un diamante, que de inmediato, se tornó a violeta brillante y como una onda expansiva nos echó a Obi y a mí hacia atrás.
El diamante seguía brillando violeta: Obi y yo no podíamos movernos.
El Lobo se rió a carcajadas malvadas y dijo:
—Como cómplices del "Orejitas Puntiagudas", si es que lo sois, pero aún así nuestra misión es el exterminio de nuestros enemigos, intrusos de este mundo... ¡A POR ELLOS!
Cinco o seis Lobos se acercaban a nosotros para matarnos...
Y cuando los Lobos estaban apenas a unos pocos metros de nosotros, entonces recordé algo en aquellos instantes:
"La manzana era de color rojo, como un rubí (brillaba a la luz de la luna)".
Interferencias... Vista borrosa... Pero pude seguir recordando:
"Me lo llevé a la boca, pero en cuanto ya estaba a punto de darle un mordisco; de mi boca salió chispas y carbonizó por completo la manzana".
Volví en sí, y por un momento, vi que el tiempo se había ralentizado.
Pero el tiempo estaba volviendo a la normalidad, usé mi fuerza de voluntad (o no sé qué otra fuerza), me liberé del 'hechizo' del diamante.
El tiempo volvió a la normalidad.
Un Lobo estaba a punto de morderme, lo esquivé en el momento justo y le mordí su cuello.
Lo que vino después, describirlo con palabras es muy dificil: unas chispas en rayos gradualmente grandes electrocuté al Lobo por completo.
El Lobo dio un alarido y cayó de lado, muerto (carbonizado).
El tiempo parecía ralentizarse de nuevo, y los Lobos empezaron a percatarse de la muerte eléctrica del Lobo.
Aproveché el tiempo ralentizado para coger el bate y lo lancé al diamante violeta que portaba el Lobo.
El diamante se cayó en el blando suelo de tierra y Obi se liberó del 'hechizo'; los Lobos, distraídos, no se dieron cuenta hasta que cayeron al suelo acuchillados por Obi.
El Lobo que antes poseía el diamante se dio cuenta de lo ocurrido e intentó apoderarse del diamante al que le había tirado yo.
Pero le di al Lobo una patada, y cogí el diamante.
Con la punta del diamante, liberé al Elfo de las ataduras que lo hacían sufrir.
—Muchas gracias —agradeció el Elfo escuetamente, dolorido.
El Elfo cogió su espada, que estaba detrás de un árbol; el Lobo al que le había dado un patadazo se levantó torpemente y el Elfo le cortó limpiamente su cabeza.
El filo de la espada era afilada, brillaba intensamente y goteaba sangre reciente (por el Lobo que mató).
Limpió la sangre de la espada en el pelo del Lobo y observó el panorama después de haber matado al último Lobo.
Obi venía guardando sus armas en su espalda.
El Elfo se acercó a nosotros, y se presentó:
—Muchas gracias por tu ayuda, soy el Elfo Marto Mostos, de Lefòrièn.
CONTINUARÁ...
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Obi: El Viaje Del Fuego (HIATUS INDEFINIDO)
FantasyLuis García no recuerda nada de su pasado, excepto su nombre, apellido y sus habilidades. Se encuentra en unas ruinas donde conoce a Obi que tampoco tiene recuerdos del pasado y emprenden aventuras para recuperar todos sus recuerdos. ¿Qué hará Luis...