Accidentes que vienen para siempre

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Después de que la entrevista se volviera viral, Kara estaba en su mejor momento, disfrutando de la relación que pensó que nunca tendría. Ni siquiera tener que lidiar con el bombardeo en las redes sociales de CatCo por culpa de ella podía sacudir su estado de ánimo.

Todo iba bien durante unas semanas. Y esta noche, después de un día completo de trabajo como editora en jefe y Supergirl, todo lo que quería era llegar a casa, darse una ducha caliente relajante y prepararse para una cena romántica con Lena. Nada especial que celebrar, solo porque sí.

Pero sintió que su ánimo decaía drásticamente tan pronto como entró en su apartamento y lo encontró inundado. ¿Qué podía hacer si no llamar a Lena y cancelar su noche? No tenía idea de cuánto tiempo solía tomar resolver este tipo de problema.

-Hola cariño, ¿cómo estás? — Lena contestó la llamada en los primeros timbres — Ya me voy de la oficina. Pronto estaré lista para...

Pero Kara la cortó, la molestia clara en su tono.

-No, Lee, no llamé por eso. Acabo de llegar a casa y mi departamento está inundado... - Explicó ella, desanimada.

-Hmm ya veo. ¿Y has averiguado de dónde viene el problema?

La pregunta hizo que Kara recordara de repente que tenía visión de rayos X y escaneó su entorno.

- Se rompió una tubería arriba. Eso explica. La mayor parte del agua se ha acumulado aquí. Pero de todos modos, no importa. No creo que pueda resolver esto a tiempo para llevarte a cenar.

- Tenemos reservas para tu restaurante favorito. No lo dejaremos ir. Todo lo que tienes que hacer es activar tu seguro, empacar tus cosas más importantes y buscar un lugar. Luego arreglaremos el resto, ¿de acuerdo?

- ¿Estás segura?- Kara preguntó, sorprendida.

- ¡Claro que sí! Si crees que necesitas ayuda, puedo enviar un equipo allí para ayudarte. Pero no acepto cambios de planes para nuestra noche.

-No, Lee, no quiero abusar...- Kara estaba un poco avergonzada.

-Entonces, ¿harás lo que te pedí?- preguntó, insistiendo, sabiendo que Kara tenía una forma de querer arreglar todo y era un poco terca a veces.

-Sí, lo haré.- El atisbo de una solución satisfactoria lo animó. -Voy a hablar con el vecino sobre el seguro y te encontraré.

- ¡Excelente! - Como una Luthor, Lena sabía cómo convencer a alguien para que hiciera lo que ella quería - Y, amor, no olvides esa lencería azul que te compré de regalo. Me prometiste que lo usarías pero todavía no lo he visto modelando tu hermoso cuerpo.- Aprovechó la distancia del teléfono para bromear y casi podía ver a la rubia sonrojándose intensamente al otro lado de la línea.

-Bueno, parece que hoy solo estoy siguiendo tus órdenes...- Kara se resignó, aunque lejos de estar molesta por eso. -Eso no es una queja.

- ¡Buena niña! — elogió Lena, socarrona — sigue portándote bien y tu noche no terminará con el postre.

Y el día de Kara iba a terminar mucho mejor de lo que había imaginado minutos antes.

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