Un rito familiar

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¿Qué sucede cuando Eliza anuncia que visitará a su familia en National City? ¡Eso! Kara inicia una campaña para comer su famoso pastel de nuez, completa con el drama de que su madre es la mejor del mundo y no puede encontrar nada igual en Noonan's ni en ningún café o panadería que conozca, y hay muchos.

Esta vez aún logró persuadir a Esme como respaldo. Incluso había esperado a la matriarca con los ingredientes que había comprado, ya que se sabía la lista de memoria por las muchas veces que había hecho esa misma compra en Midvale. Incluso preparó la habitación de invitados y la convenció de pasar estos días en el penthouse en lugar de en un hotel, ya que ahora tenían espacio para recibirla.

Lena se divirtió viendo toda la acción y, dado que estaban inmersos en la experiencia, pensó que sería divertido invitar a Esme a quedarse con ellos mientras Eliza estaba en la ciudad. Así fue como terminó en la cocina, con el delantal a juego con el de la pequeña, y las dos escuchando atentamente mientras la mayor le enseñaba su receta familiar secreta. Feliz de finalmente poder hacerlo, ya que ni Alex ni Kara tenían talento para la cocina.

Cuando los diversos moldes estuvieron en el horno, las dos mujeres ayudaron a Esme a limpiar toda la harina que se había derramado sobre ella, riéndose. Entonces la niña corrió al cuarto, tan impaciente como su tía, a esperar que el fuego hiciera su trabajo. Lena y Eliza se quedaron atrás, quitando la harina de la encimera y el fregadero. Pero gracias al ambiente abierto, pudieron ver y escuchar a las dos niñas jugando en el salón.

-Cuando Kara me dijo que te gustaba cocinar, me costó creer en Lena Luthor en la cocina- bromeó Eliza mientras observaba a su nuera limpiar y guardar algunos utensilios en su cocina muy bien equipada.

-Oh, vamos, Eliza... Sabes que es muy similar a dirigir un laboratorio- bromeó Lena e hizo reír a la otra.

-Sí, lo sé, soy muy consciente -asintió- pero lo que quiero decir es a tu interés en una actividad tan mundana. Pero verte a ti ya mi hija viviendo juntas ahora, y la forma en que interactúas con Esme...¿Es demasiado suponer que tal vez están planeando sus próximos pasos, como formar una familia, por ejemplo?

Lena fue tomada por sorpresa, es verdad. A pesar del enfoque muy gentil de Eliza. Entendió que era natural que su suegra quisiera saber sobre la relación de su pequeña hija y hacia dónde lo llevaban.

-Solo hemos estado juntas por un tiempo. Aunque ya compartimos la casa, este no fue un paso planeado. Pero te sorprendería lo mucho que este tema ha sido recurrente- respondió Lena, recordando el acto impulsor de todo.

-Bueno, me alegro por ti, cariño. Ya te consideraba parte de la familia y siempre noté la forma en que ustedes dos se miraban. Me alegro de que finalmente lo hayan hecho realidad- La mayor expresó su aprobación. -Después de todo, siempre quise que Kara encontrara a su persona, al igual que Alex encontró la suya.

- En otros tiempos, nunca hubiera considerado esa posibilidad, Eliza - confesó Lena cuando las dos mujeres ya habían terminado de organizar todo el espacio y ahora estaban de pie, una al lado de la otra, solo mirando a sus dos amores comunes - Cuando me mudé aquí, yo pensé que podría trabajar con Supergirl, nunca imaginé casarme con ella. Pero luego conocí a Kara, y tener su amor en mi vida lo cambió todo- y era verdad.

A pesar de la extraña y desordenada predicción de Sara, no se embarcarían en esto si no hubiera mucho amor involucrado. Suficiente amor para mantener una posible familia en el futuro. Ese amor que Eliza percibía entre su hija menor y su nuera de manera casi palpable.

-Sabes, ese es el tipo de cosas que toda madre quiere escuchar. Quizás algún día en el futuro lo entiendas . Pero Kara siempre fue una preocupación aparte. Siempre ha tenido mucha carga que llevar, que no se puede confiar en compartir con personas que no está preparada. Y aunque es extremadamente fuerte por fuera, su corazón es frágil. Así que mi única petición es que la cuides bien- Intercambió una mirada tierna con la morena a su lado.

-Eliza, puedes estar tranquila. Ya la he lastimado mucho, soy consciente de ello y lo lamentaré por siempre. Pero no volveré a cometer ese error nunca más. Ella es lo más preciado que tengo en esta vida.

-Y confío en ti para eso, cariño.

Su momento solo fue interrumpido por una niña que vino corriendo a abrazar sus piernas.

—La tía Kara mandó a preguntar cuánto tarda en estar lista esta tarta —dijo la niña traviesa, con esa carita llena de inocencia

— ¡ESME!- Oyeron el grito de protesta que venía de la habitación y se echaron a reír.

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