La conversación sobre su último cambio en el estado de su relación fue esclarecedora. Con el tiempo, Lena olvidaría que la gente, especialmente los más cercanos a ella, la veían como algo más que una Luthor. Siempre es bueno escuchar otras perspectivas. Y Kara cerca era un recordatorio constante.
Por supuesto que notó los cambios que la rubia trajo consigo a su vida. Y ella lo consideró positivo, en realidad. Este domingo por la mañana, por ejemplo, estaba preparando café y panqueques, en lugar de beber el líquido negro sola en la oficina del ático mientras revisaba algunos correos electrónicos. Y como Kara no había aparecido incluso después de que el olor flotara en el apartamento, puso todo en una bandeja y lo llevó al dormitorio.
- ¡Buenos días, sol!- Tan pronto como cruzó la puerta, Lena se dio cuenta de que Kara estaba completamente despierta -Me sorprendió que no vinieras después del café, a la cocina.
- ¡Buen día! Decidí esperarte aquí. Te escuché preparar nuestro café, panqueques y todo- admitió la rubia, sonriendo.
Entonces Lena se acercó con la bandeja, dejándola en medio de la cama y dándole un beso en los labios a su novia.
-Falseaste un café en la cama, ¿es eso lo que me estás diciendo?- arqueó una ceja juguetonamente.
-Oh, es cómodo. Y me gusta cuando me mimas, ¿sabes...?- Kara ni siquiera se molestó en ocultarlo.
Lena se sentó en la cama junto a ella, sirviendo las dos tazas de café.
-¿Así que te gusta que te mimen? – preguntó Lena, curiosa.
-Mira, preparaste nuestro café, volviste a la cama en lugar de revisar los correos electrónicos, me diste besos y, con suerte, podré convencerte de que te quedes aquí un poco más, abrazándote y besándote.
-Um, ¿de cuántos besos estamos hablando?- preguntó Lena, lista para negociar.
-Tantos como quieras- ofreció Kara, comiendo sus panqueques.
-Si puedo pasar toda la tarde en sus brazos, podría considerar cerrar este trato, Srta. Danvers - Lena propuso ver a Kara viéndola sonreír.
-Podría considerarse aceptado, señorita Luthor- Kara besó a Lena en la mejilla. -Esta cama es lo suficientemente grande para las dos, el colchón es suave, las sábanas son suaves y tu cuerpo está cálido- enumeró Kara, mirando a Luthor.
-Entonces, ¿qué tal si me abrazas ahora?- Lena preguntó, viendo que Kara ya había terminado su café, al igual que ella.
- Ven aquí - invitó la rubia, abriendo los brazos y recibiendo a Lena en su abrazo, acostándose las dos poco después.
La suave caricia del cabello de la morena mientras disfrutaban del silencio fue un consuelo que Lena nunca pensó tener. Pero ahora, ya no sabía cómo vivir sin él.
-¿Crees que seremos buenas madres?- preguntó la morena, sin moverse.
-Lori tendrá suerte de tenerte como madre- respondió Kara. -Eres una mujer increíble, Lee. Eres cariñosa y responsable, cuidarás y protegerás a nuestra hija del mundo. Y le darás mucho amor, estoy segura.
- ¿Cómo sabes eso? - Preguntó la morena, todavía insegura.
- Porque te conozco - Respondió la rubia - Y con solo hacerme esta pregunta, ya se nota lo mucho que te importa. Nuestra Lori va a ser la niña más afortunada del mundo.
-No tengo ninguna duda de que ella te tendrá- dijo Lena, sonriendo.
-Ella nos tendrá a las dos- corrigió la rubia.
-Desafortunadamente no pude pasar ese tiempo con mi mamá, pero espero tener ese tiempo con nuestra pequeña- reveló Lena- Espero poder verla crecer, verla convertirse en una mujer increíble y feliz que se sienta completa. Una mujer orgullosa de la madre que tuvo.
-Tu madre debe estar orgullosa de la mujer en la que te has convertido, mi amor- dijo Kara, besando la parte superior de la cabeza de Lena, sin dejar de acariciar suavemente el brazo de la morena mientras la sostenía entre sus brazos.
Lena tenía la cabeza apoyada en el pecho de Kara y disfrutaba cada segundo de esa comodidad.
-No recuerdo mucho de ella -confesó Lena- pero recuerdo que cocinaba para mí.
-¿Es por eso que te gusta cocinar?
-Sí- admitió Lena -cocinar me recuerda a ella y también te hace sonreír. Son los grandes amores de mi vida en un solo momento.
-Apuesto a que a Lori le encantará tu comida.
-Creo que disfrutará más volando contigo-. Lena se rió.
-Cuando pienso en ella, primero pienso en nosotros jugando en el jardín, en nuestra casa en los suburbios con un perro y un árbol para que yo la columpie- Kara describió soñadoramente.
-¿Te gustaría vivir en una casa como la que viviste en Midvale?- Esa pregunta apareció en la mente de Lena hace un tiempo, ¿dónde querría vivir Kara cuando Lori fuera parte de sus vidas?
-Sí, pero no tiene que ser allí, creo que prefiero quedarme aquí y ver crecer a Esme, con Lori, con nuestros amigos- asumió Kara. -Nuestra vida está aquí y me encanta como es.
-Yo tampoco me veo saliendo de aquí -coincidió Lena- Lori será feliz en esta casa que describiste.
- Por favor, no salgas a comprarla mañana -bromeó Kara, un poco seria- Quiero elegirla contigo, entrar en ella por primera vez e imaginarnos en ella, imaginarnos sentados en el salón frente a la chimenea, bebiendo vino cuando la nieve ensucie nuestra entrada. Imaginando a Lori jugando en el jardín. Y cuando entre en el que será nuestro dormitorio, quiero imaginarme haciéndote el amor en él.
-Está bien- aceptó Lena dejando caer algunas lágrimas en sus ojos -Quiero verlo todo contigo- Y sin resistirse más, Lena tomó los labios de Kara con los suyos, dejando fluir todo su amor por la rubia.
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El Spoiler
FanfictionCuando Sara Lance salió de la casa ese día, solo tenía un trabajo, pero ni en sus sueños más locos pensó que sería responsable de darle el mayor spoiler sobre la vida de Kara a la rubia.