Capítulo 19

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Kara no solía disfrutar de estos momentos de experimentación con los cambios del traje, de estar de pie durante horas sólo para ser pinchada. Siempre acababa aburrida y hambrienta, pero no podía ni siquiera comer porque tenía que quedarse quieta, sin moverse. Por eso Alex se sorprendió cuando la rubia entró en la Torre de buen humor, de la mano de Lena, aunque sospechaba el motivo. Cuando sacó su tablet para ayudar a Lena estuvo segura, viendo a su hermanita muy sonriente mientras Lena hacía la parte de revisar medidas, material, textura, resistencia y todo lo demás. Sin duda fue una experiencia más interesante que con Winn o Brainy, nada personal. Y para ser justos, la científica también se estaba tomando su tiempo para alisar la tela, casi imperceptiblemente, pero Alex sabía que no era necesario.

-Estas dos gays inútiles podrían respetar mi presencia aquí- murmuró entre dientes -o, no sé, respetar el ambiente de trabajo al menos...

Lena no entendió, pero fue suficiente para que Alex viera la mirada de Kara en ella, sonrojándose por haber sido sorprendida en el acto, pero claramente divirtiéndose también.

-Está bien, estamos listos para la prueba- dijo Lena.

Sin los anteojos, el nuevo uniforme fue activado por un reloj inteligente que, para empezar, monitorea sus signos vitales en tiempo real y archivaba la información para una posible consulta posterior. Kara se negó con vehemencia a usar un brazalete, sin entrar en demasiados detalles al respecto. Pero al menos Lena la convenció de usar la versión anti-kriptonita. Según ella, no tenía sentido que la heroína se expusiera si tenían la tecnología a mano. Aún así, la Super rechazó el casco para evitar ataques innecesarios de claustrofobia. Ella lo activaría cuando fuera necesario. Fue suficiente para que su novia estuviera un poco más tranquila. Poco a poco, Lena incorporó todas las adaptaciones al nuevo traje con la ayuda de su cuñada. Después de que todo estuviera debidamente documentado y probado, Lena aprovechó que Alex abandonaba la sala durante unos minutos para jugar con algunas funciones nuevas, como activar y desactivar algunas partes concretas del traje.

-Confieso que me gustó mucho la primera versión de tu traje, pero no sé por qué pensaste que era una buena opción para pelear- dijo Lena mientras hacía desaparecer la capa.

-Oh, ¿te refieres a la falda? - Kara se sonrojó - Bueno, Winn lo hizo. En el momento en que emergía Supergirl, tenía sentido diferenciarse de Kal de alguna manera.

-Ya veo- dijo Lena, recordando ese primer traje.

-Pero tienes razón, me siento mucho mejor con pantalones- coincidió Kara, pensando en lo agradable que era no preocuparse de que la falda se le levantara mientras volaba.

-Apuesto a que esa falda consiguió muchos admiradores para Supergirl- bromeó Lena con una pequeña punzada de celos.

-Aparentemente, tú eras uno de ellos- respondió Kara, notando la brecha.

—No es mi culpa si pareces esculpida por los dioses —declaró e hizo que la rubia se sonrojara aún más- Pero admito que cuando estaba diseñando la nueva versión, tuve la tentación de mostrar un poco más otra parte de tu hermoso cuerpo - Sonrió con picardía y pulsó un nuevo comando, que hizo desaparecer las mangas de su uniforme.

— ¡Lena! No sabía que tenías... Una "cosa" con mis brazos — Esa era información totalmente nueva para ella. Eso sí, notó la preferencia de la morena por acariciar partes específicas de su cuerpo, pero que consideró más inocentes. Ahora empezaba a ver con otros ojos.

-Como no tener una 'cosa' con tus brazos, Kara. ¿Te has visto a ti misma? — preguntó lo que parecía obvio.

-En ese caso- dijo la rubia con más confianza ahora -dudo que Alex me permita luchar con partes del cuerpo expuestas innecesariamente, pero no creo que nada nos impida probar el traje en un entorno más privado- coqueteó.

-Creo que puedo trabajar en una versión con falda y sin mangas...- Lena consideró seriamente.

-¡Voy a parecer una animadora, Lena!- Fue una protesta divertida.

La morena solo arqueó una ceja y permaneció en silencio, considerando la idea.

Kara entendió, una vez más, por qué nunca debería jugar con un Luthor después de esa mirada de la morena.

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