Después de una cena un poco más tranquila en la oficina, ya que todavía había algunos empleados dando vueltas, Kara apenas puede concentrarse en otra cosa ahora que Lena está presente. Así que terminó su día de trabajo y se fueron a casa juntas.
Esta vez se eligió el loft de la heroína, pero lo cierto es que no se habían separado desde aquel beso en el balcón. Terminaron pasando las noches juntas casi sin darse cuenta ni hablar de ello. Esta noche no sería diferente. Como ya habían comido, solo faltaba que se dieran un relajante baño caliente y se pusieran ropa cómoda. Tal vez charlar un poco, tomar una copa o dos de vino, ver una película antes de acostarse. Su rutina había estado cambiando entre estas opciones durante los últimos días.
Resulta que, casualmente o no, cuando Kara salió del baño, con el pijama puesto y aún secándose el cabello, la imagen que encontró fue la de Lena vestida nada más que con una bata transparente, con una pierna sobre la cama, aplicándose crema hidratante distraídamente sobre la piel blanca. Y por primera vez Kara supo lo que era olvidar cómo pensar. Si le preguntaban, no podría decir cuánto tiempo pasó en la puerta del baño, paralizada.
- ¿Te gusta lo que ves? -El tono bajo, aterciopelado y deliberadamente burlón sacó a Kara de su trance, pero todo lo que salió de su boca fueron balbuceos incomprensibles. Lena se rió de esa escena, pero pronto se sintió acalorada por el efecto que tuvo en la kryptoniana sin siquiera intentarlo. Lo que no quiere decir que no pudiera aprovechar la ocasión.
La morena entonces se compuso, no mucho, porque al fin y al cabo... y caminó lentamente hacia la rubia, viendo como los ojos azules recorrían su cuerpo, hipnotizados. se acercó y le rodeó el cuello con los brazos, un gesto que se había vuelto habitual, y finalmente la besó suavemente. Y Kara finalmente reaccionó, correspondiendo y colocando sus manos en la cintura de la otra mujer.
El contacto las calentó a ambas y el beso se volvió muy caliente en poco tiempo. Solo se alejaron cuando Lena tuvo que jadear por aire. Pero ahora ya había sentido en ese simple contacto que Kara estaba en la misma página para ella. Ahora solo necesitaba el consentimiento verbal para aceptar lo que tenía en mente.
-No quiero obligarte a nada, y puedes decirme si eso es demasiado, pero ¿qué dices si seguimos así, tal vez en la cama, y vemos a dónde va?- Su voz oscilaba entre sugestiva e insegura.
-Por favor- se limitó a decir Kara, sintiendo su cerebro todavía como gelatina inútil. Todo lo que sabía era que quería todo lo que Lena proponía.
Luego, la morena tomó cariñosamente sus manos y la llevó a la cama, acostándolas juntas y continuando exactamente donde las habían dejado. Simplemente dejando ir lo que sus cuerpos estaban pidiendo.
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El Spoiler
FanfictionCuando Sara Lance salió de la casa ese día, solo tenía un trabajo, pero ni en sus sueños más locos pensó que sería responsable de darle el mayor spoiler sobre la vida de Kara a la rubia.