12. Fiesta, parte 2

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12. Fiesta, parte 2

Pero sí que a veces, cuando me examino
el alma, la noto un poco quebrada
- Juan Rulfo

Ava Brown

Me estaba riendo, no sé muy bien por qué.

Mi pelo debía parecerse al del Rey León por todo el encrespamiento que tenía, pero culpaba al sudor.

—¡¿Qué hora es?! —le pregunté a Ash por encima de la música. Me reí, de nuevo sin saber el motivo.

Ash. Qué bien sonaba.

Ash, Ash, Ash...

—Las cuatro —me sonrió, él también estaba achispado.

Achispado viene de chispa... Chispa como tchiz.

Me carcajeé, que gracioso sonaba.

Tchiz.

—¿De la tarde?

Él soltó una carcajada. Qué guapo era.

—De la mañana.

¿De la mañana...? Pero si es de noche.

Oh... Las cuatro de la mañana. Claro, mañana de madrugada, no mañana de mañana.

¿Eh?

—¡Chicos! —me sobresalté cuando Abi llegó hasta nosotros. Estaba ebria y se reía por todo, los gemelos iban detrás de ella casi como guardaespaldas.

Son sus perritos falderos. Quizá Abi les ponga una correa cuando follan.

Tengo que preguntárselo.

Me carcajeé. La pelirroja dijo algo de salir fuera y yo agarré la mano de Ash para no perderme.

Me sentía muy liviana, como si todo a mi alrededor flotara. Todo era paz y amor...

¡Ay, no! El espíritu de un profesor de filosofía me ha...

¿Cómo se dice?

¡Poseído!

Volví a reírme. Ash también soltó una risita, pero no sé por qué.

¿Lo he dicho en voz alta?

—¿Lo he dicho en voz alta?

—¿Eh? —pareció confundido— No.

Luego, volvió a reír. Lo imité, solo porque sí.

Esto era muuuuuy divertido.

Muuuuuy. Muuuuu. Como las vacas. Muuuu.

La vaca Lola
La vaca Lola
Tiene cabeza y tiene cola

¡Bieeeen!

—¿Sabías que las vacas tienen mejores amigos y se estresan cuando se separan de ellos? —comenté, repentinamente seria.

—¿Qué? —Ash se carcajeó, pasando un hombro por encima de mis brazos.

Frenesí (LM #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora