26. Contaminación
Que bien me sabe nuestro ahora
- Joaquín SabinaAva Brown
El caos se creaba a nuestro alrededor, nos envolvía como una cálida manta en una noche de invierno. Porque nosotros éramos el caos.
Sonreí, sintiendo la adrenalina recorrer mis venas, y corrí junto a Val (o V) hasta las chicas. Ellas estaban asustadas, casi a punto de un ataque de pánico.
—Hola —susurré. Escuché golpes y gritos a mis espaldas—. Soy Listilla, él es V. Estamos aquí para ayudaros.
La última chica, la que no tenía ninguna esperanza, se puso delante de las otras dos. Encarándome.
—¿Por qué lo harías?
—No nos gustan las injusticias —respondió Val.
—Honey, por favor —suplicó una de ellas.
Parecía ser la más pequeña, no debía tener más de quince años. Era menuda, con cuerpo pequeño y delgada. Sus ojos eran verdosos y su cabello castaño.
La otra chica parecía ser más grande, aunque tampoco creo que pasara los dieciocho, y era rubia de ojos cafés. Tenía un buen cuerpo, pero temblaba de miedo.
Y la tal Honey. Tenía un cuerpo increíble, digna de cualquier revista. Sus ojos eran como dos zafiros y su cabello negro estaba revuelto.
—Venga, chicas, os sacaremos de aquí —de reojo, vi a Ex acercar su lancha—. Subid, os prometo que estaréis a salvo.
Me tensé cuando escuché un arma siendo cargada, pero me centré en las chicas. Debía sacarlas de aquí, no quiero imaginar lo que habían pasado.
Intenté mirar por encima del hombro, pero la niebla artificial de las bombas de humo no dejaba ver nada. Ayudé a las chicas a subir a la lancha, antes de montarme de un salto. Ex nos movió con prisa, pero antes de que nos alejáramos un ruido nos dejó paralizados.
Un tiro. Un maldito tiro.
Solo esperaba que no lo hubiera recibido uno de los nuestros.
***
—¿Por qué no llegan? —me moví inquieta por la plataforma.
Ex había salido a buscarlos hace un cuarto de hora y aún no había vuelto. Juro que iba a volverme loca.
—Estarán bien, listilla —intentó calmarme Val.
—¿Quiénes sois?
Dije que Honey parecía no tener esperanza, pero sin duda tenía pura rabia. Parecía ser capaz de abalanzarse sobre nosotros y ahogarnos en el mar que nos rodeaba ante la mínima señal de ataque.
—Somos La Manada —dijo Val, aún con su pasamontañas azul eléctrico puesto.
—Eso no da mucha información.
—Cierto —asentí yo.
Ella bufó.
—¿Cómo os llamáis, chicas? —intenté sonar amable, mirando a las dos menores.

ESTÁS LEYENDO
Frenesí (LM #2)
RomanceAva Brown era una soñadora. Siempre con la cabeza metida en algún libro, sin darse cuenta de lo que pasaba en el exterior. El romance erótico era su categoría favorita, sin duda. Pero estaba cansada de solo leer las historias. Quería vivirlas. Y...