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Lily sonrió después de aquellas cortas palabras dichas por Apolo.
No podía evitar sonrojarse cada vez que lo miraba o el ruloso sonreía, apartó la mirada cuando Apolo la condujo hacia la silla de la izquierda mientras la luz de las velas brillaba sobre sus ojos, cada vez que alguno de los dos levantaba la mirada para observar al otro.
Cuando Apolo empujó la silla de Lily para que quedara justo a la altura de la mesa, Sirius hizo un extraño ruido con la garganta llamando si atención, mientras le extendía un ramo de rosas de papel, las cuales solo hicieron que la pelirroja quisiera reír de ternura al ver aquel acto. Y Apolo, aunque no disfrutaba de la presencia de Sirius ahí, le pareció divertido aquello que el ojigris llamaba una obra de arte.
—Sirius, ¿Que...que es esto?—pregunto Apolo con actitud divertida y el seño fruncido, sosteniendo entre sus manos aquel ramo.
—Son florecitas de papel. Te dije que no te preocuparas, todo estaría listo y además, uno de mis grandes talentos son las manualidades. —respondio el ojigris mientras ponía una mano en su corazón e inclinaba la cabeza hacia ambos Gryffindor's.
—Claro. —dijo Apolo con duda, pero viendo la mirada de Sirius, con una pequeña sonrisa le extendió las flores de papel a Lily que cómo agradecimiento le sonrió a Sirius.
—Es...un lindo detalle. Y veo que te esforzaste.
—Gracias pelirroja. Bueno, en un momento vuelvo con sus platillos, mientras tanto espero que no les moleste que ponga un poco de música... romántica—enfatizó Black mientras levantaba ambas cejas y se alejaba de la pareja.
Apolo río nervioso cuando Sirius, se fue, mientras observaba a Lily frente a el. La pelirroja miraba con detenimiento cada decoración, cada vela flotante, cada globo flotando en su lugar, realmente era lo más lindo que alguien había hecho por ella. Bajando la mirada, observo a Apolo, que la miraba como si fuera la joya más preciosa del mundo mágico, ocasionando que la chica se sonrojara.
—Espero de verdad que no te sientas incómoda. —dijo Apolo, cuando miro que Lily apartaba la mirada cada que coincidía con la del ruloso.
—Ehh...no, no, claro que no, es más bien...un lindo detalle Apolo y de verdad lo agradezco, nadie había hecho algo tan lindo como esto por mí. —Apolo le sonrió, mientras la pelirroja correspondía con una dulce sonrisa—¿Y...para que querías que viniera? Porque, aunque no lo creas, se que no es solo porque es mi cumpleaños.
Apolo suspiro, mientras apretaba con fuerza los puños bajo la mesa, intentando retener sus nervios.
—Es que, quería decirte que...—las palabras de Apolo quedaron en el aire cuando una música estruendosa llamo su atención dirigiendola hacia un punto del lugar.
Pelirroja y pelinegro, miraron a Sirius llegar mientras bailaba de algún extraño modo, interrumpiendo totalmente lo que Apolo planeaba decir.
—Musica especial, para este maravilloso momento—dijo Sirius mientras movía los hombros, cómo si estuviera bailando mambo.
