En un pequeño pueblo llamado karmaland viven 11 héroes en total paz, pero ninguno recuerda su pasado antes de llegar a ese pueblo, ninguno sabe por qué o cómo llegaron allí o quiénes eran antes. Pero el pasado de uno de ellos volverá y todos harán l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cerca del anochecer, los tres guerreros hicieron su última parada a las afueras del pueblo para coordinar lo que harían a continuación.
—Segun los informes de Merlón unos bandidos saquearon la aldea y cada noche regresan a llevarse lo poco que tienen— comenzó hablando Vegetta mientras señalaba un mapa colocado en el suelo para que los tres pudieran verlo —Al no tener la información de cuántos son ni que armas tienen nos situaremos en puntos ciegos a observar durante la próxima hora, luego volvemos aquí y planeamos el como avanzaremos a continuación ¿Entendido?.
Luzu y Wilbur asintieron mientras tomaban sus armas y ataban a los caballos y con la señal de Vegetta fueron a sus lugares asignados a vigilar los movimientos de sus enemigos durante la siguiente hora.
Al acabar el tiempo los tres regresaron al punto acordado.
—Conte tres guardias que custodian la iglesia del pueblo— Wilbur fue el primero en hablar.
—Y solo hay dos arqueros, no debe ser mucho problema— Dijo Luzu mientras arreglaba su arco y flechas.
—Entonces esto es lo que haremos, Luzu te quedas oculto entre los árboles y eliminas a sus arqueros mientras Wilbur y yo vamos por los guardias con espadas y en caso de que aparezcan más de los contados tu nos cubres— Indico Vegetta antes de tomar su espada e ir en dirección al pueblo seguido por el británico.
Luzu subió a la copa de los árboles y de un flechazo elimino a uno de los arqueros lo cual alertó a los otros soldados quienes inmediatamente comenzaron a buscar de dónde vino aquel ataque, el caos comenzó en el pueblo, los aldeanos corrieron a sus casas en búsqueda de refugio, Vegetta y Wilbur salieron de dónde estaban para atacar a dos de los intrusos de aquel pueblo mientras que Luzu derribo al otro arquero y se quedaba moviéndose entre las sombras disparando a los nuevos guardias que salían de la iglesia.
La batalla se torno algo más complicada, el sonido de los metales chocando por aquí y por allá, órdenes que Vegetta gritaba a sus compañeros al igual que órdenes que venían del otro bando, pero no fue nada que nuestros guerreros no pudieran manejar, al cabo de un par de horas ya tenían atado al líder de los bandidos y el líder de la aldea le agradecía a los héroes por su ayuda.
—No es nada, Karmaland siempre estará a la orden para nuestros aliados— Respondió Vegetta a sus agradecimientos.
—Nada de eso, el pueblo quiere hacer algo para agradecerles que nos hayan ayudado y liberado de esos terribles bandidos, así que el día de mañana ofreceremos un baile en su honor— Proclamo el líder del pueblo —Por hoy pueden quedarse en cualquiera de nuestras posadas.
Los chicos asintieron alegres y se dirigieron a una de las casas de estadía acompañados de unas mujeres dispuestas a ayudarlos en lo que sea, a cada uno de ellos se les dió una habitación en aquella posada de madera muy acogedora y ahí los tres se despidieron hasta el día siguiente.
