Capítulo 4

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Madame Joo golpeó el brazo de Baekhyun con la vara de madera, corrigiendo su mala cuarta posición, con el brazo izquierdo curvado hacia el frente, y el otro hacia arriba; y los pies cruzados, dejando un espacio para el equilibrio.

—Mmgh —chilló. El ardor de la madera sobre su piel sensible casi le hace gritar. Inmediatamente, en su brazo se marcó el golpe de un rojo furioso.

—Ningún progreso, Byun —masculló la mujer con mucho disgusto—. Sigues sin entender cómo poner los brazos.

Hubo algunas risas de parte de las mujeres, y otros hombres simplemente se quedaron viendo la figura suave y graciosa del bailarín en leotardo.

—Lo siento, Madame.

—¡Pirouette!

Dieron el giro, y Baekhyun se esforzó por hacerlo tan bien como pudiera, cayendo suavemente sobre sus pies al terminar, pero nuevamente recibió un golpe, esta vez en las piernas.

—Firmeza. Byun, necesitas mejorar tu técnica.

—Sí, Madame.

La vieja instructora se alejó, dando pisotones que retumbaron en el piso, y estando ya lejos, pidió que empezaran con la rutina de nuevo. Sus ojos negros repasaron bailarín sobre bailarín, haciendo notas mentales de a quiénes iba a reprender mas tarde.

La obra que repasaban era Las zapatillas rojas, que se presentaría al público en tres meses luego de haber escogido a los personajes principales. Madame Joo tenía a sus favoritos para ello. Lisa era una excelente bailarina que seguía la técnica y Jongin podía ser el coestelar. Lamentablemente, no podía evitar perder su tiempo en las audiciones donde muchos otros, que ella creía ingenuos y poco instruidos, querrían el papel.

Al terminar, bufó y negó con la cabeza, como si el esfuerzo de sus estudiantes no fuera nada.

—Do Kyungsoo, fájate el pecho —recriminó—. Te lo he dicho miles de veces: una bailarina no debe-

—Si los aprieto más dolerán —respondió Kyungsoo sin temor—. No es sano.

—No te atrevas a responderme en ese tono, jovencito.

Krungsoo no hizo caso alguno, solo rodó los ojos. Jongin, que estaba a un costado, sonrió con gracia. Adoraba la rebeldía de su novio tanto o más como amaba esos pechos que sacaban de quicio a Madame Joo.

—Si alguien más se atreve a ser altanero conmigo, tendrá que hacer labores extras luego de clases.

—Madame Joo —llamó la voz cantarina de Lisa—, ¿esta será la obra que presentaremos al final de la temporada?

—Sí, querida. Las zapatillas rojas es un ballet de mucha pasión y emociones fuertes. Todos ustedes conocen la coreografía muy bien, o casi todos. Las audiciones se realizarán dentro de dos semanas, siendo que no estaré en la ciudad la próxima semana y se quedarán solo con el maestro Oh.

—¿Y quiénes podrán audicionar para ser Victoria?

—Obviamente, solo mujeres y donceles, y, aunque es abierto para el que lo desee, les advierto que no toleraré ningún error en la ejecución.

Baekhyun tragó la saliva con mucha dificultad. Para nadie era un secreto que Madame Joo no lo toleraba y que, si por ella fuera, no estaría en la academia por falta de aptitudes para el baile. Él quería audicionar y ser Victoria. Era uno de sus cuentos favoritos. Su madre se lo regaló cuando era un niño y desde entonces amó el ballet. Le preocupaba, no obstante, que su maestra no lo tomara en serio en la audición.

RED SHOES (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora