Durante la clase del Señor Oh de ballet contemporáneo, Baekhyun llevó su leotardo negro y una camiseta holgada color beige. Sus zapatillas de piso solían ser inútiles en esa clase porque según el maestro debían encontrarse con todos sus sentidos y percibir por cada poro. Eso implicaba estar descalzo durante dos horas mientras bailaban.
Habían empezado a repasar las coreografías para la obra de las zapatillas rojas. Madame Joo ahora era más intensa con la perfección y la técnica. Baekhyun seguía siendo el blanco de esos comentarios, aunque ahora ya no le afectaban.
En grupos de tres, las bailarinas empezaron dando suaves repiqueteos con sus pies sobre la madera, aleteando sus brazos mientras sus rostros estaban radiantes de alegría. Los movimientos eran más alegres y sueltos, sin perder la gracia del viejo ballet. La escena era la multitud en la plaza de mercado donde los vendedores ofrecían sus productos. Mujeres y jóvenes se paseaban por esa plaza con la alegría a rebosar en sus rostros, danzando entre los tenderetes de vivos colores. Ahí en uno de los escaparates se exhibiría el par de zapatillas rojas que enamoraría a Victoria.
—Eso es, quiero sonrisas y mucha alegría —decía el maestro recorriendo por el salón, evaluando a los grupos de bailarines—. Después se abrirán conforme aparezca Victoria y se acerque al escaparate.
Las bailarinas repiquetearon sus pies, las piernas largas, pero rectas mantenían sus cuerpos con gracia. Empujando el trasero para atrás y reclinando un poco el pecho hacia adelante, su baile gracioso se asemejaba a niñas y jovencitas alegres.
Sehun pasó cerca de Baekhyun, evaluando sus movimientos ágiles y la ejecución de la coreografía. Sus ojos barrieron sobre el cuerpo del doncel, desde la espesa cabellera rubia que hoy estaba recogida en un moño pequeño en la parte baja de su cabeza, algunos mechones pequeños y rebeldes estaban a los costados de su rostro, bailando con la misma belleza. Le gustó.
—Tu técnica ha mejorado mucho, Baekhyun.
Con una ligera sonrisa, el bailarín agradeció el cumplido. Continuó bailando hasta la escena donde todos los bailarines se dividieron hacia los costados, deslizándose por el piso formando un arco.
Acabada la clase, a la media tarde, Baekhyun recogió sus cosas de último, esperando que Chanyeol —como le había prometido en la mañana— apareciera para llevarlo al estudio de boxeo hasta ir a cenar. Kyungsoo y Jongin se fueron a comprar un par de pastillas, algo para evitar un embarazo, según entendió Baekhyun y no pudo preguntar más porque Kyungsoo estaba furioso por un descuido y estaba regañando a Jongin por eso.
—Lo estás haciendo bien.
Nuevamente, la voz del profesor Sehun lo sorprendió.
—Aunque lamento que no hayas obtenido el papel de Victoria.
—No creo que Madame Joo lo hubiese permitido. Y creo que, de todas formas, no lo hice tan bien.
—Te dejaste llevar y eso fue maravilloso. ¿Pensabas en alguien?
La pregunta fue sencilla, pero el tono casi sugerente le causó un vago estremecimiento en la columna a Baekhyun. Sehun estaba muy cerca de él.
—Cuando bailas dejas ver muchos de tus pensamientos, y recuerdo que disfrutaste el momento —dijo, pasando su mano sobre el hombro de Baekhyun—, como un exquisito vals con un amante.
Amante.
Esa simple palabra causó un recio sonrojo en sus pálidas mejillas. Sí, había pensado en su amante. En cómo había bailado con Chanyeol incluso con la carencia de conocimientos técnicos por su parte. Cómo conectaron de una forma que ni él mismo se explicaba. Y era aterrador lo mucho que ese hombre estaba influyendo en su vida y en sus emociones.
ESTÁS LEYENDO
RED SHOES (Chanbaek)
RomanceBaekhyun era un bailarín de ballet de la academia real. El edificio le pertenecía a Park Chanyeol, ex campeón de boxeo. Chanyeol creía que Baekhyun estaba en otro mundo, y Baekhyun creía que Chanyeol era un tigre gruñón. Aun así, Chanyeol no podía...