Capítulo 9

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La noche fue extremadamente larga y todavía más molesta bajo el tumulto de preguntas que hizo Kyungsoo cuando Jongin y Baekhyun finalmente llegaron al departamento, pasadas las diez de la noche. El joven bailarín tenía los ojos enrojecidos e incapaces por el momento de soltar otra lágrima; todas ellas se quedaron en una charca en el piso del salón de ballet.

Jongin detuvo a Kyungsoo de cualquier intrusión que fuera a perturbar a Baekhyun; sabía que necesitaba tiempo para dejar ir algo del dolor en su pecho antes de hablar con alguien. Sin embargo, ello no impidió que su amante le hiciese toda clase de preguntas sobre el estado de su amigo.

—Él te contará todo cuando esté listo, Kyung. Déjalo en paz por ahora.

Y a la mañana siguiente, Baekhyun llegó a la academia de ballet con los ojos apagados, carentes de vida en absoluto, y sus labios resecos y mordisqueados. Ese era un feo hábito en opinión de su madre quien solía decir que a un doncel lo hacían su apariencia y sus modales, porque no pudo decir que también su fertilidad. De todas formas, a él no le importó si su apariencia era menos brillante que otros días. Consiguió hacerse el moño en el cabello y acomodar su leotardo sin llamar mucho la atención de sus compañeros.

—Si no te sientes bien podrías regresar al departamento —ofreció Kyungsoo.

—Estoy bien. Además, Madame Joo dijo que tomaría en cuenta nuestro desempeño en clase para el protagónico.

La prueba, que sería al día siguiente, mantenía a Baekhyun con un nerviosismo arrollador.

Por el pasillo llegó trotando el sobrino de Chanyeol, algo cansado y con una gran incógnita en el rostro.

—¿Ya te encuentras bien, Baek? —preguntó abruptamente al detenerse en frente

El chico asintió con suma incomodidad por ser el centro de atención.

—Hablé con mi tío y-

—Ya no importa, Minho —detuvo él—. Trataré con él más tarde.

—Yo... no le dije nada, pero creo que él espera verte hoy.

Volvió a asentir, pero sin importarle, en realidad. Baekhyun no iba a hablar con Chanyeol porque todavía tenía la cabeza caliente. No era recomendable una confrontación así, por mucho que su corazón le exigiese el momento para desfogar lo que había dentro.

—Lo siento mucho.

—Tú no me debes ninguna disculpa. En todo caso... fue algo tonto de mi parte.




***




El salón volvió a estar desolado a las seis y media. Baekhyun sintió plena tristeza al pensar que ese día nuevamente todo se repetiría. Iba a estar solo en esas cuatro paredes, bailando para nadie más que para los fantasmas.

Sus zapatillas rojas, arduamente pintadas por él mismo, dejaron de parecerle tan bonitas. Tenían el color un poco desgastado, lo que las hacía parecer viejas, pero con mucha convicción volvió a pintarlas para la audición del día siguiente.

Vio entre las cosas dentro de su bolso la cinta roja, pero esta vez no quiso ponérsela. La tomó en sus manos y la vio casi con rencor absurdo. Tal vez porque Chanyeol le había dicho lo hermoso que se vería con una al bailar y cuando intentó enseñarle... él no llegó.

RED SHOES (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora