La mente de Baekhyun solo se había empecinado con dos deseos en la vida: la libertad, y la maternidad. Cada uno lo ansió con mayor intensidad porque eran las únicas ambiciones de su vida. La una, la maternidad, era tan nueva como abrumadora. Antes nunca pensó en ello como una posibilidad verdadera, pensando que terminaría sus días en esas cuatro paredes que tenían garabateadas su nombre.
Pero habiendo ocurrido ese milagro del amor y de su matrimonio, Baekhyun lo empezó a considerar. Ver a un niño creciendo a su lado, cuidándolo y dándole el amor que él tenía atorado en el pecho sería la culminación de una vida asombrosa. Porque él sabía que su tiempo era limitado. Sus médicos siempre le dijeron que su enfermedad jugaba con su cuerpo y lo volvía más débil. Cualquier enfermedad podía llevárselo lejos y no quería dejar solo a Chanyeol. No. Un hijo le daría fuerzas para continuar y sería su vivo recuerdo.
Así que cuando Chanyeol le explicó que no podía ocurrir por la cantidad de riesgos que conllevaba, se sintió dolido.
¿Por qué todos podían hacer sus vidas a su gusto y él no?
¿Por qué las parejas podían hacer crecer sus familias y ellos no?
¿Por qué todos podían tener bebés y él no?
¿Acaso no era muy injusto?
Y su corazón apesadumbrado no tomaba un descanso. Su cabeza pensaba y se cuestionaba sobre esos riesgos. Él no dañaría a nadie, siempre se decía, pero quizás Chanyeol no le creía. Tal vez temía que un bebé, tan delicado, sufriera los efectos secundarios de su enfermedad.
Mas lo deseaba tanto.
Aunque no estaba molesto con Chanyeol, se sentía ajeno. Le gustaban sus besos, pero no tenía ánimos para recibir muchos. E incluso cuando se esforzaba y era cariñoso, el fantasma de sus deseos volvía tercamente a aparecer. Sentía que lo estaba estropeando todo.
Y esos deseos reprimidos y malestar de la mente le provocaron otras enfermedades. Su pecho dolía tanto como su cabeza. Su estómago se había revuelto de forma tortuosa hasta que devolvía todo lo que comía en la tarde.
Pero se había negado a decirle a Chanyeol. Odiaba ser una molestia y solo porque estaba asustado, fue que consultó con Kyungsoo.
—Tal vez te contagiaste con algún virus. Podría ser gripe.
—Solo quiero algún medicamento. Necesito dejar de sentirme como un muerto —puchereó.
Kyungsoo lo miró con aprensión. Baekhyun tenía los ojos levemente hundidos y agotados, faltos de brillo. Los labios los tenía algo pálidos y queriendo agrietarse. Tan mal como nunca antes lo vio.
—No deberías tomar ningún medicamento sin receta —le recordó—, pero podrías acudir con un médico de la clínica donde te atiendes.
—¿Me acompañarías? No quiero ir solo —suplicó.
***
La Doctora Lee era colega de su psiquiatra en la Clínica Song. La mujer se mostró amable y abierta incluso cuando Baekhyun le comentó su pequeño defecto.
—Podría ser una gripe estomacal. O quizás se trate de algo relacionado al estrés que manejas. Eso realmente puede enfermarte.
Baekhyun no lo dudaba. Todo su cuerpo se sentía cansado y cada vez que vomitaba sentía sus entrañas contraerse hasta el borde del dolor.
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RED SHOES (Chanbaek)
RomanceBaekhyun era un bailarín de ballet de la academia real. El edificio le pertenecía a Park Chanyeol, ex campeón de boxeo. Chanyeol creía que Baekhyun estaba en otro mundo, y Baekhyun creía que Chanyeol era un tigre gruñón. Aun así, Chanyeol no podía...