Capítulo 14

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La promesa de tomar un baño quedó relegada cuando una llamada de un socio de Chanyeol lo llevó directo al pequeño despacho de la casa, en el primer piso. Baekhyun pensó que podría hacer la cena mientras tanto, pero no sabía cocinar y nunca lo había intentado. Nunca había estado dentro de una cocina, de hecho, si no hasta que vivió con Kyungsoo. E incluso él no le permitió acercarse mucho a la cocina para evitar que se hiciera daño. Y tampoco era bueno siguiendo recetas. Así que solo pidió comida a domicilio como Jongin le había enseñado.

Mientras esperaba, subió a la recámara que compartía con Chanyeol. Ese lugar se había vuelto muy especial para él y con frecuencia pasaba las noches en la casa. Kyungsoo incluso estaba preguntándose cuándo regresaría al departamento. Jongin había dicho que su amante sufría del síndrome de 'nido vacío' con Baekhyun.

Desde el balcón de la habitación, apreció los lejanos colores de Seúl que se veían tras la arboleda. Los colores eran tan resplandecientes como si fuera un vibrante arcoíris. Lo que más le gustaba era que estando tan apartados de la ciudad, no se escuchaba el ruido callejero ni los ruidosos autos.

Largó un suspiro enamorado de esa vida y la libertad que tenía.

—Espero que ese suspiro haya sido por mí —coqueteó Chanyeol, abrazando a Baekhyun por la espalda, acariciando su cintura.

El joven irguió la cabeza, solo lo suficiente como para ver a Chanyeol apropiadamente. Su pequeño cuerpo se sintió muy cálido entre los brazos ajenos. Tan amado.

—¿Y tú? ¿Pensabas en mí?

—Siempre pienso en ti, Baekhyun.

La boca del boxeador se apoderó de la de su amante, metiendo su lengua dentro de la cavidad. Baekhyun gimoteó y arqueó su espalda contra el cuerpo fornido de Chanyeol.

Sintió las caricias sobre su cintura y cómo la diestra ajena bajaba hasta su entrepierna.

—Estamos bastante lejos de cualquiera —dijo con cierto tono sugerente y descarado.

Baekhyun se estremeció por la indecorosa propuesta, pero sus mejillas ardientes delataron la complicidad de sus deseos. Con la voz baja, dijo:

—Entonces, ¿está bien si soy algo ruidoso?

Una sonrisa torcida, lasciva, estiró los labios de Chanyeol. Presionó su ingle contra el culo de Baekhyun, dejándolo sentir el calor de su polla y lo duro que lo ponía.

El muchacho mordió sus labios para no soltar un nuevo suspiro cuando sus pezones se pusieron duros bajo la tela ligera de la camiseta blanca que llevaba. Y como ya era costumbre estando en casa de Chanyeol, no llevaba sujetador por lo que sus tetas estaban libres para que su amante las tocara.

—Cariño, yo mismo haré que grites —le prometió, metiendo su diestra bajo la camiseta para toquetear los senos cálidos de Baekhyun—. Y voy a llenarte hasta que no puedas contenerlo.

El descaro de Chanyeol siempre tomaba por sorpresa a Baekhyun. Era como un hombre diferente cuando se dejaba encender por la chispa del deseo. Si bien no era del todo un caballero —porque él mismo no creía que los caballeros existieran—, en la cama soltaba todo tipo de cosas que hacían a Baekhyun sollozar y escurrir sin control.

Con sus toscas manos, Chanyeol rompió el short de tela delgada que llevaba el chico. El sonido rayó en sus oídos seguido de un golpe.

—¡Agh! —chilló Baekhyun, sacando su lengua fuera por el placer de recibir esa nalgada sobre su culo.

Chanyeol lo había convertido en un muchacho indecente y lascivo.

La tela quedó en el piso, junto a los pies descalzos de Baekhyun.

RED SHOES (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora