Epílogo

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Baekhyun nunca había llorado tanto imaginando su propia muerte, pensando en que alguien lo extrañaría. Pensando en que había sido amado.





Siempre había visto el amor desde lo lejos, pero nunca llegó a sentirlo.

Ciertamente, ser abandonado por sus padres cuando tenía cinco años causó en él un fuerte trauma que lo mantuvo recluido en el silencio perpetuo, apretado contra una esquina del pequeño orfanato.

Saber porqué lo abandonaron fue todavía más difícil de asimilar siendo pequeño.

Defectos. Errores. Desperfectos. Imperfecciones.

La enfermedad puede ser un defecto terrible, especialmente para una pareja joven sin posibilidades económicas. ¿Cómo criarían aun niño con esquizofrenia si apenas conseguían saldar sus cuentas mes a mes?

Él recuerdo muy bien el día en el que llegó al orfanato. Quizás era el único recuerdo fidedigno que albergaba su trastornada cabeza.

Fue un sábado soleado. Su padre le había prometido que irían por un helado y a pasear por Seúl. Sí, fueron por un helado y luego en medio de ese recorrido recuerda que ninguno de sus padres quiso verlo a la cara.

Bueno, su padre siempre dijo que le causaba vergüenza sus defectos.

Luego solo... Baekhyun estaba fuera del auto, sentado en una banca del parque junto al orfanato viendo el auto de sus padres desaparecer a lo lejos y a prisa. Meció sus piernas que no llegaban a tocar el suelo mientras ese helado se derretía en su mano. En su momento no supo que estaba siendo abandonado, pero cuando la noche llegó y no vio a su madre, la llamó a gritos, mas nadie respondió.

Fue una monja del orfanato quien salió ante sus lamentos.

Nunca pudieron ubicar a sus padres porque Baekhyun no recordaba sus nombres. Solo eran Mamá y Papá. De hecho, varios meses más tarde supieron que se habían marchado de Corea con rumbo hacia China, pero no pudieron dar con ellos.

Luego, Baekhyun solo se dio por vencido. Ellos no volverían. Estaba solo.

En el orfanato los niños se burlaban de él, lo golpeaban y rompían sus cosas. Decían que estaba loco porque les hablaba a las paredes o incluso a las plantas. Se escondía en los salones durante el día, y en la noche vagaba por los pasillos cantando canciones que un día le enseñó su madre.

No pasó mucho hasta que decidieron internarlo en un psiquiátrico estatal por sus delirios que empeorarían con la edad.

Así que siempre había estado solo.

No tenía a nadie además de quien imaginaba en su mente que eran sus amigos.

Kyungsoo, por ejemplo, era uno de los dulces enfermeros que trabajan actualmente en la clínica. Él suele llevarle un postre o dos de vez en cuando, y se queda a jugar ajedrez los viernes por la tarde incluso si Baekhyun no habla mucho.

Él era su amigo. Al menos dentro de la cabeza de Baekhyun. Jugaban y hablaban de grandes secretos y romances como los que leía en los libros prohibidos de la enfermera Jo.

Pero un amigo no suplió su absurda necesidad de cariño y tomó otro rumbo.

Se enamoró, o él creía que era así, de un hombre que sacudía su pecho.

RED SHOES (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora