Capítulo 10

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Chanyeol compró la comida que quiso Baekhyun, incluyó un postre de fresas con helado y hojaldre, luego lo llevó a su cama, esa que siempre estaba fría. Decidieron, de forma silenciosa, que pasarían la noche juntos.

—Un caballero, Señor Park, dormiría en el sofá —comentó Baekhyun, haciendo uso de su mejor tono señorial, pero largando una risita al final.

—Patito, te juro que no quieres a un caballero en la cama —se mofó y su rostro picarón avergonzó al jovencito.

Cada uno tomó una ducha y luego se encontraron en la cama, Baekhyun estaba sentado en medio, vestido con una camiseta blanca de Chanyeol y un álbum de fotos en las manos. Los recuerdos de toda la vida de Park.

—¿Qué tienes ahí? —preguntó con suavidad, sentándose junto a su pareja, fue cuando se dio cuenta de la fotografía que Baekhyun estaba viendo. Él estaba vestido de negro y con un adorno pequeño de flores en la solapa del saco, y junto a él, Sandara, con un vestido blanco y un ramo de orquídeas rosadas en las manos.

—Ella era hermosa. Ustedes lucían muy bien juntos.

—... Eso creo —susurró sin prestar mucha atención, pensando que podría incomodar a Baekhyun, aunque él parecía muy interesado en el tema.

—Esta casa debió decorarla ella, ¿cierto?

—No, yo vendí nuestra casa al año de su partida —reveló, recostándose contra el espaldar de la cama—. Me asfixiaba vivir entre sus recuerdos, y creí que sería una buena forma de seguir adelante.

—Entonces, ¿no es aquí donde ella dormía?

—¿Piensas que te llevaría a la misma cama donde estuve con ella? No, patito. Ella es parte del pasado, y tú mi presente.

Sonriendo, Baekhyun dejó el álbum en el velador de nache y se acomodó junto a su amante. El brazo robusto de Park rodeó el cuerpo del chico, manteniéndolo cerca suyo.

—Eras muy lindo cuando eras un niño, tus orejas me recordaron a Dumbo —le dijo bajo un tono juguetón.

—Ah, ¿sí? Pues sigo teniendo esas mismas orejas, patito.

—Y todavía creo que eres encantador.

—Quizás yo debería conseguir algunas fotos de tu niñez —se burló, pero su rostro se congeló al ver que Baekhyun y su sonrisa se detuvieron.

—No encontrarás nada. Mis padres no conservan ninguna fotografía mía, si es que alguna vez las hubo.

Entonces Chanyeol se dio cuenta que la relación entre Baekhyun y sus padres estaba más que fragmentada, sino completamente destruida. No se trataba simplemente de haber enviado al chico a un internado lejos, sino de no quererlo cerca por alguna razón. Nuevamente quiso preguntar sobre el asunto y salir finalmente de dudas, pero no sabía cómo abordar correctamente el tema.

—... ¿Por qué no? —increpó, finalmente.

—Bueno, no he vivido con ellos desde que soy niño. Creo que mi madre tiene fotos mías de cuando era bebé —sopesó, dubitativo—. Era muy lindo.

—Sigues siendo muy lindo.

Baekhyun se acurrucó contra el pecho ajeno, manteniendo esa falsa sonrisa en su rostro que impedía que se rompiera en llanto. Él sabía que no quedaba recuerdo alguno de su existencia en la casa que por muy pocos años habitó. Fue su propio padre quien lo encerró y quien luego destrozó cada fotografía en una hoguera en su despacho. Lo supo cuando su madre, hace cinco años, en una de sus visitas le tomó una fotografía que recelosamente guardó en su billetera.

RED SHOES (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora