24; que no te cruce

7.4K 476 132
                                    

Doha, Qatar.
Rodrigo—.

—¿Vos me estás jodiendo, Cla?

Clara asiente y yo no puedo creerlo.

La bronca me invade y tengo ganas de bajarle todos los dientes al hijo de remil puta del gallego ese.

Yo muchas veces traté mal a Clara cuándo nos peleabamos pero jamás le dije algo semejante a lo que le dijo el pajero del noviecito que tenía. Jamás.

—¿Cómo te vas a dejar tratar así, Clara? ¿Por que no me contaste antes?

Ella levanta los hombros y me hace callar por que Basti está bostezando y resfregandose sus ojitos.

—No me dejé, le contesté obviamente.

No sirve contestarle, le tendría que haber pegado.

—Si sé Cla, pero igual, a la primera nomás le hubieras metido una piña.

Me da más bronca que no me haya contado en el momento, si no estuvieramos en está instancia tan importante me hubiera tomado el primer vuelo a Madrid para ir a cagarlo a palo nomás por atrevido, por meterse con la persona equivocada, pero estoy me tranquiliza un poco saber que ya queda poco para volver y la cagada a palo ya la tiene ganada, no se salva ni por milagro.

—No todo se arregla pegando, Rodrigo. Hay que dejarlo nomás, no va a tardar mucho en volver arrastrándose.

Me sorprende escucharla hablar así tan normal, pensé que iba a estár triste o llorando o no se, un poco más sentimental quizás.

—¿Y vos cómo estás?

Ella hace un gesto de despreocupación mientras mece a nuestro hijo, el cuál no se suelta de mi mano ni durmiendose.

—Bien, que se yo, obvio que me siento un poco mal de a ratos cuándo me acuerdo, pero me gana más el enojo que tengo, igual no me permito volver a estár mal por un hombre otra vez, no valen la pena.

Ah bueno, gracias.

Me rio al escucharla, me pegó un poco en el ego pero no me importa, este es mi momento, ahora ella al estar separada del gallego me toca a mí, por fin.

—Hombres van y vienen, ¿no?

Levanto una ceja por inercia y se me borra la risa, ahora la que se ríe es ella.

¿Estoy flasheando o me está jodiendo un poquito?

—Ay, esa cara hermano.

No es chistoso escucharla hablar de hombres, demasiado lo sufri al gallego de mierda.

—Piñas también van a ir y venir.

Siento la manito de mi hijo soltarme y veo que ya se durmió.

—Cancelado por violento.

Es mi momento de cambiar de tema.

—¿Vos no crees que ya es nuestro momentos?

Clara frunce el ceño.

—De estár juntos.

—Recien me separo y vos ya querés que estemos juntos.

Ojo, no dijo que no.

—¿Y que tiene?

—Muy rápido quizás.

Sigue sin decir que no, estoy que salto en una pata de la emoción.

—Aparte vos desde que terminamos te volviste re loquito.

Es verdad, todos se dieron cuenta y yo también.

Bastián; Rodrigo de PaulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora