Bastián; Rodrigo de Paul

47; Primer año

Madrid, España.
Rodrigo—.

—¡Buen día amor, feliz cumpleañito tigre!

Bastián chilla al escuchar la voz de su mamá.

—¡Estás son las mañanitas que cantaba el rey Melchor, hoy por ser tu cumpleaños te las cantamos a vos, despierta Basti despierta mira que ya amaneció. Ya los pajaritos cantan, la luna ya se metió!—canta ella.

La miro confundido al escucharla, parece que se confundió de nacionalidad hoy.

—Amor el nene es argentino, déjate de joder y cantale el feliz cumpleaños normal—me quejo.

—Cállate si la hice argentina a la canción, en vez de rey David le puse Melchor por el rey mago argentino.

—El rey mago Melchor es internacional, no es argentino.

—No, es argentino por que en otros paises que no sean hispanos seguramente se los nombre diferente.

Ah bueno, puede que tenga razón.

Nuestro hijo nos saca del debate que estábamos teniendo cuándo balbucea, por un momento nos olvidamos de su existencia.

—¡Qué los cumplas feliz, que los cumplas feliz, que los cumplas Basti, que los cumplas feliz!—ambos le cantamos aplaudiendo, haciéndolo reír.

Y me entra la nostalgia al ver a mi hijo crecer tan rápido, quizas la frase esté muy usada, pero es muy real cuándo digo que parecía que fué ayer cuándo estábamos sentaditos totalmente nerviosos con Clari mientras esperabamos el resultado del test de embarazo. Saber que hoy cumple su primer año de vida me trae un rejunte de emociones, las cuáles me causan felicidad pero a la vez tristeza, no quiero que crezca, quiero que sea así de chiquito para siempre.

—Feliz cumpleaños mi tigre, que grande estás hijo—lo saco de la cuna y lo agarro en brazos mientras él se restriega los ojitos—Saluda a mami.

Clari lo llena de besos por toda la carita mientras nos abraza a los dos con mucha fuerza.

—Ay, me dan ganas de llorar. No puedo.

Al verla verifico que es verdad que tiene sus ojitos cristalizados.

—¿Que pasa, amor?—pregunto riendo.

Ella niega con la cabeza y a la vez hace pucherito, no aguanta las lágrimas y esconde su cara entre sus manos mientras gira para que no la vea.

—Amor, ¿que pasa?—pregunto entre risas y acercandome con nuestro bebé en brazos—¿Que le pasa a mami, hijo? Anda sensible la mamá por que es tu cumpleaños, anda llorona, le vamos a tener que dar un hermanito así deja de llorar.

Bastián estira sus brazitos hacía Clari y ella lo agarra, aprovecho para limpiarle las lágrimas con mis dedos suavemente, mientras le doy un beso en la cabeza y la rodeo con mis brazos.

—No llores mamá decile hijo, también decile que papá la va a dar otro bebé así deja de llorar.

Mi mujer se aleja y me mira mal.

—¿Por qué no querés otro, amor?—me acerco a ella y la vuelvo a abrazar—Yo quiero tener mínimo tres y máximo ilimitado. Dale, tengamos otro, dejá de tomar las anticonceptivas.