Joaquín estaba tras el mostrador principal, haciendo el inventario semanal de los productos que vendían en "Happy Pets".
Así era, Joaquín Gress trabajaba en una tienda de mascotas. Probablemente para muchos era un trabajo bastante indeseado, pero para él era algo casi glorioso.
Su vida entera se la pasó soñando con un día estudiar Veterinaria en la universidad, pero sabía que aquel era un sueño totalmente inalcanzable. Así que, trabajar rodeado de los animales que amaba y admiraba tanto, era una forma linda en la que sentía que el destino lo había compensado.
- ¡Joaquín, dile a ese maldito pajarraco que cierre el pico! - su mejor amigo y también compañero de trabajo aparecía cómo siempre con el ceño fruncido. Nelson gustaba de los animales, pero claramente no de tantos y menos de tan cerca.
- Es un Guacamayo Nelson y tiene nombre, se llama Pepe...-
- Cómo sea, no ha dejado de insultarme cada vez que voy a la bodega a buscar algo... No debiste enseñarle a decirme "puto"
Joaquín soltó una carcajada, la que claramente no fué del agrado de su amigo.
- Oye bien, cambiando de tema... ¿Ya te decidiste por mandar tus datos a la página de pornografía esa que viste en la deep web? - Nelson bajó la voz a un murmullo.
- No, aún no... pero estoy pensando seriamente en hacerlo - Joaquín respondió tras soltar un bufido.
- ¿Estás seguro amigo?, ¿las cosas que se suben al Internet jamás desaparecen Joaco... es algo realmente serio
- Claro que lo sé Nelson, pero... ¿Tienes otra opción mejor, acaso?
Joaquín jamás parecía estar de mal humor, a pesar de que los problemas que cargaba sobre sus hombros eran cada día más insostenibles.
Elizabeth su madre, siempre había sido un problema para el castaño, incluso desde que era un niño. La mujer era alcohólica y solía salir de fiestas ó apostar en los casinos más elegantes junto a sus diferentes amantes, dejándolo completamente sólo cuándo apenas y alcanzaba a encender por sí sólo la luz del baño.
Nunca conoció a sus abuelos,y jamás supo cuál de todos los hombres que frecuentaban su casa y le llevaban de vez en cuándo algún presente, era su verdadero padre.
Joaquín tenía apenas 12 años cuándo se decidió que apenas tuviera oportunidad se iría de casa y formaría su propia familia, y tendría su propia casa llena de muchos perros y algunos gatos. Sin embargo, poco tiempo después comprendió que ese sueño tampoco podría hacerse realidad en un futuro cercano.
Elizabeth estaba embarazada. Y Joaquín supo desde el inicio que toda la responsabilidad de que aquel niño pudiera llegar al mundo y luego crecer sano y fuerte, sería absolutamente de él.
Óscar llegó al mundo en una bella y cálida primavera. Y Elizabeth cómo uno de los pocos actos considerados que tuvo en su vida, dejó que fuera Joaquín, quién lo bautizara con ese nombre.
Joaquín no podía mentir. Las noches que pasó llorando junto a su hermano cuándo éste no quería dormir, ó se enfermaba fueron largas y difíciles. Pero desde la llegada de aquel pequeño algo cambió en el corazón del ojimiel; ya no se sentía sólo.
Ahora que su hermano estaba por cumplir sus 8 años, Joaquín analizaba cómo toda su vida desde su llegada había girado en torno a él. El castaño siempre lo consentía, y lo ayudaba en todos sus deberes escolares, aunque su mayor preocupación siempre era mantener controlado el Asma bronquial, el cuál el pequeño padecía desde los 3 años.
ESTÁS LEYENDO
¿Cómo Conquistar A Un Virgen En La Primera Cita? // Adaptación Emiliaco
FanfictionJoaquín es un joven brillante y lleno de carisma, pero con una triste realidad. Cuándo los problemas y la angustia lo sobrepasan, se vé obligado a vender lo que más había atesorado... su virginidad; para así poder solventar los gastos de su familia...