45. La Distancia

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Emilio se quedó de pié por largos minutos en medio de la pista, mientras veía cómo el avión que llevaba a Joaquín, Óscar y su madre, se alejaba rápidamente hasta desparecer de su vista. Las lágrimas empapaban su rostro, y la opresión en el pecho jamás se había sentido tan asfixiante cómo en aquel momento.

- Bien, ya está hecho...- Una voz suave y serena, que sólo buscaba brindarle algo de paz al oji-café se escuchó de pronto en su costado. - Vamos a mi casa para que descanses un poco...-

- Gracias por acompañarme y ayudarme en todo ésto, Niko.- Emilio murmuró mientras secaba su rostro. - Pero iré de inmediato a la estación de policias, no quiero dejar pasar más tiempo...-

- Amigo, ¿Tú estás seguro de lo que vas a hacer?...- El rubio cuestionó con notoria aflicción. - Es decir, aún podemos buscar otras alternativas, yo te apoyo y entiendo todo lo que haces, pero el sacrificio es demasiado grande...-

- No hay más opciones, Nik...- Emilio respondió con firmeza aunque era notorio para su amigo que estaba aterrado. - Necesito acabar con mi padre de manera definitiva, y ésta es la única alternativa. Ya tengo todo lo necesario, haré que Juan Osorio se pudra en la cárcel, y de esa forma podré estar tranquilo sabiendo que Oski y Joaquín estarán completamente a salvo...-

- Bien, de todas formas volveré a hablar con los abogados que contacté, y te llevaré a casa, quiero que duermas, que comas bien, y luego te acompañaré a dónde me digas... y no aceptaré un no por respuesta, ¿entendido?-

Emilio asintió, y junto a su gran amigo caminaron lentamente hacía el lugar dónde había quedado aparcada su camioneta.

De camino a la casa de Caballero, Emilio fué sentado en el asiento del acompañante mientras Nikolás conducía. Habían sido demasiados días sin poder dormir más que por algunos momentos, y el cansancio ya comenzaba a pasarle la cuenta.

No pudo evitar soltar algunas lágrimas más antes de caer dormido, mientras recordaba el rostro de Joaquín lleno de miedo y confusión a través de la ventanilla del avión. ¿Sería capaz de perdonarlo?, ¿Cuánto tiempo tendría que pasar hasta que pudiera ver nuevamente su rostro?.

Emilio no sabía muchas cosas, sin embargo, tenía una certeza absoluta, y era que se encontraba haciendo lo correcto. Fué entonces cuándo recordó el fugaz instante en que aquel desesperado plan llegó a su mente.




Flasback

Emilio respiraba agitado, y apenas lograba sentir sus manos por lo frías que éstas se encontraban.

Acababa de presenciar un homicidio, del cuál ahora ciertamente era cómplice, y se sentía aterrado y casi cómo viviendo dentro de una pesadilla. Apesar de ello, todo lo relacionado con la muerte de Schulz se anuló de su cabeza cuándo escuchó la siniestra risa de su padre, y recordó en primera instancia porqué estaba en aquel repulsivo lugar.

Eleazar le había pedido que huyera, sin embargo, el moreno también le había dado una razón demasiado grande para quedarse.

Juan Osorio ya estaba enterado que Joaquín Bondoni tenía un lindo y pequeño medio hermano, el cuál resultaba ser su hijo. Y Emilio no comprendía el motivo para que su asqueroso padre aún sabiendo aquella verdad, no dijera nada al respecto.

¿Cómo Conquistar A Un Virgen En La Primera Cita? // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora