57. El Final Del Camino

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- ¡Aquí!, ¡Ayuda!, ¡Aquí está!...-

La voz lejana de un policía hizo que Nelson corriera rápidamente, casi cómo si su vida dependiera de ellos. Fué poco menos de 1 kilómetro, pero se sintió cómo su hubiera recorrido todo el circuito de la maratón de México.

- Oh, no, no... Dios, Joaquín, no - El rubio quebró en llanto y se detuvo de golpe cuándo a sólo unos cuántos metros reconoció el cuerpo inmóvil de su amigo, tendido y con una enorme mancha de sangre sobre su ropa. - No, no, amigo... Joaquín por favor, por favor, no.-

- Tranquilo, tiene pulso...- El policía que encontró a Joaquín, se acercó rápidamente para verificar su estado, dando algo de calma a Nelson, quién lloraba con desespero mientras cubría su rostro con sus manos. - Pero hay que llevarlo a un hospital ahora, la herida parece limpia, pero ha perdido mucha sangre...-

- ¡¡Ayudaa!! - Nelson gritó buscando el auxilio de otros policías, quiénes acababan de enfrentarse a tiros con los hombres de Juan. - Una ambulancia por favor...-

Elisabeth y Peter no tardaron en llegar al lugar, encontrándose con Nelson, quién le susurraba entre lágrimas a su mejor amigo, "Vamos Joaco, tienes que aguantar, Emilio está vuelto loco en el hospital y Oski te está esperando en Hungría... vamos amigo, tú eres fuerte".

La ambulancia tardó un par de minutos en llegar, y entre las lágrimas de Nelson y Elisabeth, Joaquín fué subido al vehículo de rescate en una pequeña camilla, para alejarse por fin del caos que reinaba en el lugar, y de la que había sido su peor pesadilla.

Decenas de autos de policias, algunos heridos, un cadáver, y más de 10 hombres detenidos; entre ellos el agonizante Juan Osorio, quién fué sacado por un par de policías frente a la vista de todos, con su asquerosa mutilación expuesta.









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- ¿Qué haces poniéndote de pié otra vez? - Nikolás alzó la voz apenas cruzó el umbral de la puerta.

Emilio estaba ya sentado en el borde de la cama, y sosteniéndose de la pequeña mesita con ruedas que utilizaban para llevarle su comida. Su respiración estaba agitada, y una mueca de dolor llenaba su cara.

- Nikolás, mierda... has tardado demasiado, ¿Conseguiste hablar con la madre de Joaquín?, ¿Autorizaron mi reconocimiento del cuerpo? - Emilio inquirió con la aflicción latente en su rostro.

- Sólo han pasado 20 minutos Mailo...- Nikolás respondió mientras se acercaba para ayudar a su amigo a volver a la cama. - Y eso, ya no será necesario... traigo noticias.-

- ¿Lo han reconocido? - Emilio preguntó en un hilo de voz, y con una presión sofocante en el pecho.

- No era Joaquín, Mailo... lo han encontrado, y está aquí... en éste hospital, dos pisos mas abajo.- Nikolás habló y una pequeña y cálida sonrisa se dibujó en su rostro.

¿Cómo Conquistar A Un Virgen En La Primera Cita? // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora