¿Cómo Conquistar A Un Virgen En La Primera Cita? // Adaptación Emiliaco

59. Cap. Extra - Un Futuro Prometedor 1

Emilio y Joaquín merecen más momentos lindos...

- Mierda, no las encuentro Nikolás. Ahora sí que Joaquín vá a matarme enserio...-

Emilio daba vueltas por toda la habitación, frente a la mirada divertida de su mejor amigo, quién intentaba desde hace ya varios días ayudarlo a estar un poco más tranquilo.

- Busca de nuevo Emilio, ésta mañana dijiste que las tenías, no pueden haber desaparecido...-

- ¿Y si se han caído, Nik?...- Emilio se escuchaba ahora realmente aterrado. Decenas de escenarios catastróficos cruzaban su mente en aquel instante. - No, no, no... Dios, Joaquín vá a matarme...-

- Joaquín no vá a matarte, Mailo. Él te ama, ¿Cómo es que piensas así?-

- Es que no lo has visto éstos días...- Emilio suspiró sosteniendo su tabique nasal. Se veía realmente sobrepasado. - Él se ha empeñado en encargarse de todo, y le gusta tener cada pequeño detalle bajo control. Y realmente amo su dedicación, y todo el esfuerzo que está poniendo para que salga todo perfecto, pero realmente se ha vuelto todo un maníaco...-

- Es normal que eso suceda en éstas situaciones, pero ¿no crees que estás exagerando un poco?.- Nikolás sonrió negando con la cabeza. - Joaquín es realmente adorable, no puedo imaginarlo de esa forma...-

- Créeme Nik, porque estoy siendo bastante delicado al describirlo. Joaquín puede ser todo un psicópata cuándo pasa situaciones estresantes cómo ésta. ¡Dejó de hablarme porque le dije que el color beige y el crema se veían exactamente iguales!-

Nikolás soltó una carcajada, frente a la expresión angustiosa del oji-café.

- ¿No pudiste simplemente fingir que te gustaba más un color?-

- Eran idénticos Nikolás.- Emilio rodó los ojos. - Y el otro día me dejó sólo en la tienda de pasteles cuándo le dije que me daba igual si escogía chocolate con fresas, ó frambuesas...-

- Yo también me hubiera molestado, Emilio... ¡es tu boda!, absolutamente nada puede darte igual.-

- No me estás ayudando Nikolás.- Emilio inhaló y miró el cielo. - Simplemente no logro comprender cómo puedo pasar en sólo un instante de estar con el chico más hermoso y adorable del universo, a estar envuelto en una nueva discusión que seguramente perderé con el mismísimo Godzilla...-

- ¿Así que... Godzilla, eh? - Emilio palideció al instante en que escuchó aquella voz proveniente de la puerta.

- Joaco, mi vida...- Emilio fingió una sonrisa mientras observaba el ofuscado e inmutable rostro de su futuro esposo.

Nikolás apretó sus labios y dió un par de pasos atrás mientras observaba cómo Joaquín entraba a paso lento mientras asentía con la cabeza, en dirección a su amigo, quién se veía acorralado cómo un pequeño ratón frente a un enorme gato montés.

- Bebé... ¿aún no te has puesto tu traje? - Emilio se concedió a sí mismo un intento más para lograr salvarse y escapar de la furia de Joaquín. Pero en el fondo sabía que cualquier esfuerzo sería en vano.

- Nop, no me he vestido aún, ¿Y sabes porqué? - Joaquín alzó las cejas, su expresión fría, casi siniestra. - Porque éste... ¿Cómo me llamaste?, ah sí, psicópata. Éste psicópata quería asegurarse una vez más que todo estuviera en orden, que no te hubieras manchado y necesitaras una camisa de repuesto, ó hubieras olvidado tus votos...-

- Todo está bien amor, yo sólo...- Emilio intentó una vez más matar la tensión, sin embargo el destino de la conversación estaba sellado y en manos de Joaquín.