- Emilio...- Joaquín soltó un jadeo cuándo sintió cómo el oji-café encajaba perfectamente en el interior de su cuerpo.
- Tranquilo, hermoso... tendré cuidado - Emilio interrumpió un cálido beso, para mirar directo a los ojos ámbar de Joaquín, y darle algo de tranquilidad.
Joaquín suspiró y se aferró con fuerzas a la espalda del mayor, sintiendo de pronto cómo todo parecía dar vueltas a su alrededor. Respiraba con agitación, y es que Emilio parecía arrancarle el aire, y también un poco la cordura con cada movimiento.
El ojimiel sabía que no estaba precisamente en un momento adecuado para pensar, ni mucho menos para hacer un análisis completo de lo que estaba ocurriendo entre Emilio y él, pero su cabeza no dejaba de formular decenas de ideas.
El menor sólo tenía la certeza de lo mucho que Emilio le atraía; lo mucho que lo hacía sentir con su simple presencia. Pero realmente no esperaba que fuera mutuo; y mucho menos que el rizado se le declarara con palabras tan lindas y cariñosas.
Se sentía abrumado, pero tan profundamente satisfecho. No podía dejar de pensar que, sólo un par de horas atrás él era virgen, y ahora estaba allí, gimiendo y disfrutando de su cuarta follada; delirando en el abismo del placer en el que Emilio lo hacía caer, con sus besos, su tacto, y unas profundas embestidas que terminaban por arrancarle fuertes gemidos, y los restos de inocencia que aún conservaba.
- Eres tan jodidamente perfecto, Joaco...- Emilio murmuró cerca de su oído, disfrutando intensamente de la reacción de Joaquín, quién parecía retorcerse bajo se cuerpo - No quiero parar nunca de hacerte mío... tan mío
- Dios, Emilio... no puedo, más - Joaquín gimoteó, mientras enganchaba sus piernas a las caderas del rizado.
Emilio se sostuvo sobre sus brazos, para empezar a empujarse con más fuerza, mientras sentía cómo Joaquín se tensaba para terminar corriéndose una vez más entre sus 2 cuerpos.
El mayor se detuvo al ver a Joaquín totalmente ruborizado, y clamando por un poco de aire. Besó suavemente su frente, y salió de su cuerpo con toda la delicadeza que le fué posible.
- ¿Estás bien? - Emilio preguntó mientras se acomodaba tras la espalda de Joaquín y dejaba pequeños besos sobre uno de sus hombros.
- Creo que morí por unos cuántos segundos, pero ya he vuelto...- Joaquín respondió sonriendo, pero aún lucía cómo un completo desastre; y Emilio se sentía demasiado complacido de ser él quién lo tuviera en ese estado.
- Tomaré eso cómo un "bien"...- Emilio se abrazó con fuerza a la cintura del menor, y lo acomodó para hacerlo calzar a la perfección con su cuerpo - Descansa un poco, hermoso...-
Joaquín asintió, y dejó que el cansancio lo llevara rápidamente a un profundo sueño. Lo último que sintió, fué un suave beso sobre su espalda. Sonrió.
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¿Cómo Conquistar A Un Virgen En La Primera Cita? // Adaptación Emiliaco
FanfictionJoaquín es un joven brillante y lleno de carisma, pero con una triste realidad. Cuándo los problemas y la angustia lo sobrepasan, se vé obligado a vender lo que más había atesorado... su virginidad; para así poder solventar los gastos de su familia...