Votiakov: La historia.

Capítulo 06

Serguei, 14 años.

09/02.

Camino por el pasillo que está lleno de estudiantes de diferentes grados mientras que Sevastien, viene a mi lado con su rostro metido en el libro que ha comprado anoche que salimos a cenar con Viktor y Alessa.

Ratón de biblioteca.

Bufo por lo bajo al ver que tengo que tomar su brazo para que un grupo de estudiantes mayores, no lo arrollen por venir metido en su dichoso libro hasta que llegamos a mi casillero que casualmente, está a lado del suyo.

—Sev.

—¿Mm...?

—Hemos llegado a los casilleros.

—Ajá, felicidades.

Ruedo los ojos ante su respuesta sin un mínimo ápice de interés en lo que le digo y con maldad, tomo la parte trasera de su nuca, para darle un pequeño empujón que provoca que su frente choque contra la puerta de metal de su casillero, se queja por lo bajo.

—¡Ay! ¡Me dolió, idiota!

—Para que me prestes atención, hermano— exclamo— aparta la mirada del libro, idiota. No siempre voy a salvarte de que te arrollen, si no, te meterás en problemas de forma gratuita y no quieres eso, no a estas alturas.

—Lo sé, lo sé— rueda los ojos— ¿Que hacemos en los casilleros?

—Necesito un par de libros para álgebra, y tú, necesitas el libro de historia.

—Cierto, cierto.

Finalmente, logro que despegue su mirada del libro para que se concentre en las clases que pronto van a comenzar. Toma el candado para comenzar a abrir su casillero, coloca la clave al igual que yo para sacar algunos de los libros que necesitamos para este día.

En el momento en que abro la puerta del mío, veo como varios papelitos de color rojo, rosa y blanco caen al suelo en forma de corazón. Frunzo el ceño, me agacho para tomar uno entre mis dedos y noto que tiene algo escrito en medio con marcador dorado.

Espero que te gusten los chocolates, supe que eran tus favoritos.

P.d. También me gustan esos chocolates.

Atte. Tú cupido secreto. ;)

Arqueo una ceja con cierta sorpresa mezclado con extrañeza, giro el corazón en busca que tenga una pista acerca del remitente, más, no encuentro nada y Sevastien, asoma su nariz encima de mi hombro al notar el papel en mi mano antes de que se eche a reír.

—Vaya...— silba con falsa impresión, sin dejar de reírse— parece que tienes una admiradora secreta por San Valentín, hermano.

Frunzo más las cejas.

—¿Que San Valentín no es dentro de cinco días?

—Sí, pero, a las personas se les hace romántico comenzar a dar detalles a la persona que les gusta antes de la fecha. Así prueban que tantas son las posibilidades de llamar la atención de la persona, sin quedar en ridículo de paso.

—De acuerdo...— asiento lentamente con cierta extrañeza— ¿Cómo sabes eso?

—Papá, me lo dijo— responde con una sonrisa, eso me queda más claro— dice que le ha funcionado bien, y le creo, tiene dos matrimonios en la mesa.

Arqueo las cejas y hago una pequeña mueca de entendimiento.

—Buen punto.

—No entiendo, por que piensa que es buena idea, comenzar a buscar novia con catorce años.