Miracle (Temporada 1)

1 x 09- Caos

Ya había vuelto del instituto Adrien y se encontraba en el baño, este se encontraba echándose base de maquillaje para cubrirla el morado que tenía en el ojo. Plagg lo veía con tristeza ante lo que estaba pasándole.

—Cachorro yo...

—Entiendo que no pudiste evitar esto, que papá me golpease ayer por haber tardado más de lo que "El creía que era necesario". No pensaba que lo del trabajo de español iba a requerir más tiempo de lo que yo pensaba.

Adrien en eso se apoyó en el lavabo y en eso bajó su mirada, viéndose que varias lágrimas caían al lavabo.

— ¿Por qué siempre me pasa esto?

Plagg en eso se acercó a una de las manos del chico y tomo uno de los dedos de este.

—Tú no tienes culpa de esto... No tienes culpa de que ese miserable te hace.

—Y lo sé... Pero no puedo escapar. No es tan sencillo como eso.

Plagg puso un gesto alicaído y le contesto.

—Lo sé... Sé que no puedes escapar por ahora.

Hubo un silencio incomodo, Adrien dejó de llorar y se secó las lágrimas, viéndose que la base de maquillaje que se había echado para que ese morado se había corrido sobre todo por la parte de abajo, teniéndose que echar un poco de base de nuevo para poder cubrirlo.

En eso Adrien se vio la mano y donde tenía el anillo y la cerró con fuerza, recordando en ese momento la conversación que tuvo con Su-Han mientras ocurría lo del villano:

—Su-Han... Se sinceró conmigo, ¿Por qué me escogiste a mi como héroe? — cuestiono el rubio al monje.

Su-Han no contesto con palabras, solo señalo el corazón de Adrien, para en eso sí hablarle

—Lo que tienes dentro de ti es algo muy raro, muchacho.

Esto confundió bastante a Adrien, que se quedó viendo al monje.

— ¿A qué te refieres con eso? ¿Qué es lo que tengo dentro de mí que me hace diferente a los demás?

Su-Han solo dio una media sonrisa y le hablo.

—Todo lo que conoces chico, fue creado por una explosión primigenia. Aquella explosión primigenia contenía un poder tan basto que de ahí se creó el primer kwami, Plagg, eso fue llamado Caos... Cada ser vivo, cada organismo viviente tiene el Caos dentro de él, todos ante los ojos de un ser divino como Plagg serían iguales, pero para alguien como yo, que he visto como las civilizaciones avanzaban, puedo reconocer cuando el Caos es necesario como una llave, como un método de escape o de ayuda. Tú muchacho, necesitas ese Caos para poder ser libre, aunque la libertad siempre que es peleada, siempre es duramente reprimida.

—Por eso me escogiste como portador, ¿No?

Su-Han solo lo observo mientras daba una media sonrisa.

—El Caos para ti va a ser la libertad, una fuerza descontrolada que hasta que no se desate hasta de su última atadura, no parará.

Adrien vio su mano, y con ello, ya en el presente, este se pone la mano en el pecho y dando una tenue sonrisa.

—El Caos como la libertad... ¿Lo conseguiré alguna vez Plagg? — cuestiono Adrien.

—Cachorro... La vida y el caos son una, porque la misma nadie debe de ordenarla, de evitar que se convierta en uno con el caos y vivir siendo quien realmente es.

Adrien solo dio una apenada sonrisa ante esto que había dicho su pequeño amigo para en eso escuchar a alguien entrar a su habitación, haciendo que Plagg se ocultase. Era Nathalie, que se le veía un poco seria.