1 x 12- Mártir por la fe

57 6 23
                                    

Este día podemos ver a Kim. Su día a día era... Particular.

El muchacho se despertaría ese día como cualquiera, viendo a Xuppu.

—Buenos días muchacho— hablo el pequeño kwami simio.

Kim daría una media sonrisa ante esto y en eso se levantaría de la cama.

— ¿Y tú como has estado colega? — pregunto el castaño al kwami.

—Pues he estado viendo la casa por la noche, realmente sigo sin entender porque tus padres decidieron volverse tan... Religiosos.

—Uno se acostumbra, desde que tenía 8 estuvieron así. Cuando van a la casa de otro para recogerme para llevarme a la otra casa no paran de discutir de sus creencias estúpidas, de quien cree que el cómo ven a Dios es la correcta. — le hablo Kim al kwami.

Xuppu se quedaría en ese momento un poco pensativo, viéndose porque graciosamente usaba su cola de mono para llevársela a la barbilla, para en eso el kwami mono le preguntaría.

— ¿Y tú? ¿Cómo ves a Dios?

Kim se quedaría en silencio por unos segundos a su kwami y le hablaría.

— ¿Yo? Nunca me había planteado esa cuestión... Si bien no comparto las creencias de mis padres, de un dios autoritario, que restringe, que no permiten salirse de sus círculos pero que pregona esa salvación divina a los que siguen aquellas normas... Sí que yo puedo llegar a creer en un dios, yo creo en que, si existe dios, este perdone a todos, independientemente de que si seguimos un estilo de vida, que en realidad no hay un cielo o un infierno para nosotros, sino que seremos todos con Dios para en cualquier momento volver a vivir en otro cuerpo.

Xuppu daría una media sonrisa ante esta contestación y le hablaría.

—La fe ciega a un dios solo conllevara a un futuro más daños. La evolución humana hizo que ustedes, los humanos, necesitéis algo al en que creer, antes eran múltiples dioses, y ahora son ramas del cristianismo al que se le han zafado un tornillo.

—Yo ya estoy perdido, no sé qué hacer Xuppu— diría Kim, sentándose en la cama —Yo quiero salir de esto, quiero alejarme de todo este ambiente que tiene tanto mi madre como mi padre... No me siento yo, no soy esto que quiero mostrarle a mis padres, que tengo que hacer el esfuerzo para callarme todo lo que siento y no insultarlos a ambos.

Xuppu se apenaría un poco por el muchacho y en eso se acercaría al hombro de este, apoyándose en este.

—Sé que algún día descubrirás el rumbo, de poder alejarte de esta vida y de encontrarte a ti mismo.

Kim en eso cogió a Xuppu y lo abrazaría como podría, cosa que extraño un poco al kwami del mono.

—Es extraño que un humano sea tan afectivo... Pero no me desagrada del todo la verdad.

Kim en eso soltaría a Xuppu y en eso este se levantaría de la cama para ir a desayunar tranquilamente mientras que el kwami estaba oculto, en la cocina vería a su madre, y ahí vería a su padrastro, era alto y flacucho, de larga nariz, ojos bastante inexpresivos de color verde oscuro con gafas cuadradas y pelo corto negro. Este se encontraba leyendo el periódico.

— ¡Cariño, te he hecho el desayuno! — hablo la madre de este.

Kim solo daría una ligera sonrisa ante esto y tomaría su vaso de leche, este, ante la vista de sus padres, solo rezaría a dios, y solo para cuando acabar, empezar a desayunar tranquilamente.

Cuando este termino de comer, este dejo el vaso con el desayuno y se levantaría, y se iba a ir hasta que su madre hablaría.

—Recuerda que vamos a ir a misa Kim.

Miracle (Temporada 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora