Cielo Azul

Capítulo 4

Tal vez no sea tan malo como pensé...

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Las calles estaban desiertas, excepto por dos figuras femeninas, que pasaban por ahí, viendo los edificios viejos, con carteles de hace muchos años, más concretamente del año 2013.

La más grande estaba siempre en alerta de que pudiera aparecer algún enemigo.

Y la más baja... bueno, por alguna extraña razón, se sentía segura... con ella.

La primera vez en mucho tiempo...
    

Habían partido temprano, llevaban horas caminando, estaban cansadas y hacía algo de frío, pero tampoco importaba tanto.

A estas alturas, Ellie mataría por un caballo ahora mismo.

Ninguna de las dos hablaba, el silencio era incómodo, y ninguna sabía de qué charlar.

Hasta que a Molly se le ocurrió una pregunta.

—¿Y... cuántos años tienes Ellie?.

Tardo en responder, ya que dudo, pero termino respondiendo de todas formas, y es que el viaje era muy silencioso.

—Tengo 27...

Me le quede mirando, con una ceja levantada, esta mujer no parece de 27.

—¿Enserio?.

—Si, ¿por qué?, ¿no me crees?.

—Y es que pareces de los 30 para arriba.

La pecosa paro en seco y le clavo la mirada a la rubia.

Ups...

—Llegas a insinuar otra vez que soy una vieja y te rajo la garganta.— dijo la mirada ensombrecida.

—¡¡P-Perdón!!, ¡no quise decir eso!.— dije nerviosa agitando mis manos en forma de negación.

—Mas te vale.

Se dió la vuelta y siguió caminando, solté un suspiro para luego continuar avanzando.
Había pensado que la conversación había terminado, pero llegó el turno de ella.

—¿Y tú?.

—¿Hm?.— estaba distraída.

—¿Cual es tu edad?.

Oh

—Tengo 19.

Volvió a detenerse, yo había seguido de largo que no me había dado cuenta, hasta que me percate de que ya no escuchaba los pasos.

Pare en seco y me di la vuelta, estaba allí, con su miraba clavada en mi, mirándome de arriba abajo.

—¿Que pasa?.— pregunté, volviendo, acercándome a ella.

—¿No estás mintiendo?

—¿De mi edad?... pues no.

Levanto ceja y se cruzó de brazos.

—Es que no pareces de 19, te ves más como una mocosa de 15 años.— soltó de golpe.

—¡Hey!, eso me ofende...