- . . . Y ganancias

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Dolor, dolor fue lo primero y único que sentía Boscha cuando abrió los ojos, o mejor dicho su ojo bueno el resto de ellos estaban demasiado hinchados para abrirlos - ¿Dónde estoy? - se preguntaba la chica, explorando el entorno que le rodeaba.

-Aughh- Una sensación de dolor le invadió en el momento que intento moverse apretando su dientes para no gritar pudo sentir como las memorias comenzaron a fluir de vuelta. El bulbo, su magia saliéndose de control y las pociones estallando su cara. Todas sus memorias regresaron a ella de golpe.

-Esa humana está muerta en cuanto salga de aquí y me recupere lo suficiente - Se prometió la chica apretando el puño y dejando que su dolor fuera un símbolo de su determinación - Te hare pagar por esto Luz Noceda. - Volvió a jurar ella.

En su cabeza la chica comenzaba a maquinar en cómo se desquitaría su sed de venganza contra la humana, pero la puerta de su habitación se abrió cortándole el tren de pensamiento. - ¡Mi niña!/ ¡Mi pequeña brujita! - la voz de dos mujeres mayores la interrumpieron.

Sus dos madres entraron en la habitación, sin mediar mucho con su palabras ya habían envuelto a la chica de pelo color magenta en un doble abrazo - ¿Cómo sigues Boscha? ¿Necesitas algo? ¿Tienes hambre? ¿Sed? ¿Sueño?

Las dos mujeres la bombardeaban con todo tipo de preguntas, sin darle tiempo a contestar alguna de ellas. - Estamos realmente felices de que hayas despertado - una de ellas suspiro, dejando salir una lágrima de felicidad que empapo la camisola de hospital de Boscha.

- Pensamos que nunca despertarías después del accidente - Su otra madre agrego - Tu abuelo Vic estaba realmente preocupado cuando escucho del accidente, estuvo a punto de abandonar una reunión solo para venir a verte.

Los ojos de la chica se abrieron al oír como su abuelo, un hombre estricto y arraigado al trabajo estuvo a punto de perder una reunión por ella. - Pero ahora que has despertado, estoy segura de que podrá descansar o lo más cercano a eso para él.

Su madre dijo con un tono de alivio, limpiándose el hilo de una de las lágrimas que corrían por su rostro - Papa puede ser algo terco cuando se trata de tener una buena siesta, y ese niño que siempre está cerca de él o de alguno de los jefes de aquelarre, desearía que tuviera más cuidado de si - suspiro la mujer.

Boscha rodo los ojos ante la plática de su madre, una vez que ella empezaba a hablar del abuelo podían pasar horas antes de que se detuviera si la dejaban hablar - Ma ma ma! Mama ¡¿cuándo podre salir de aquí? - la chica triclope exclamo con toda la fuerza que pudo reunir, interrumpiendo a su mama.

-¿He? No lo sé hija, los doctores no nos dijeron mucho aparte de que tuviste suerte, mucha suerte de salir con vida - la mujer enfatizo esto último, Boscha sintió una vena brotar y sus dientes crujir cuando se lo señalaron.

Era oficial, Luz Noceda estaba en su lista negra y haría hasta lo último en su poder para hacerla tan miserable como pudiera, se lo pensó la chica por un momento. - Pero nunca es fácil, especialmente con la humana y sus perros guardianes - la imagen de un cerbero con las caras de los amigos de Luz le vino a la mente, una pequeña sonrisa se formó ante la imagen mental de eso.

Sus dos mamas la observaron riendo, sin entender las motivaciones detrás de esta risa pero alegrándose de que su pequeña campeona estuviera recuperando el ánimo, pero su buen ánimo duro hasta que una enfermera entro en la habitación- La hora de visitas ya termino miss Coppers

El par suspiro algo deprimidas al oírle, abrazaron a su pequeña por última vez antes de salir - Volveremos mañana Boscha, que tengas sueñes con el titán mi princesa - se despidieron ambas, forzando a romper el abrazo sobre su hija.

Boschluz - Lazos robadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora