Una despedida ausente.

46 8 0
                                    

Camila miro al chico, pasando su mano sobre su rostro y acariciándolo inconscientemente, una sensación de familiaridad la abordaba al verlo, era algo extraño para ella, tardando un poco en digerir el cómo este chico era tan parecido a su hija en tal forma que no era fácil de asimilar por más que lo viera. Su rostro, sus ademanes e inclusive parte de sus reacciones y gustos eran tan similares a un nivel que le erizaba la piel.

Ese mismo chico estaba ahora mismo comiendo en la mesa sin apartar la vista de ella, como si temiera algo de su parte - No voy a hacerte daño, Lucio - suspiro ella, volviendo a acariciar su cabeza, era extraño ver lo reacio que era el chico al tacto en un principio, pero lentamente estaba abriéndose a la idea de hablar.

- Perdón por actuar así antes - Se disculpo el chico, sonando la nariz y apretando la mano de Camila suavemente - estaba algo celoso de Luz, después de todo este tiempo observándola, nunca pude entender ¿Porque ella querría volver a las islas? cuando tiene todo esto aquí.

- Jeje, supongo que así es mi hija, una pequeña aventurera que no quiere quedarse quieta - La mujer respondió con una sonrisa, sacudiendo la melena del chico - ¿Y tú? Luz me conto un poco de ti, pero no pensé que serias tan parecido a mi niña ¿Tienes algo más en que no te parezcas a mi Luz? aparte de ser un chico.

Lucio la miro por un momento y dejo salir una pequeña risa, suspirando se llevó la mano a la frente, tallando por un momento antes de mostrar un tercer ojo - Es algo que herede de mi otra parte mitad - la mirada de Camila quedo en silencio por un momento, asimilando ahora este dato.

- . . . . ¡Hostia puta! tienes un tercer ojo - Camila exclamo, finalmente saliendo de su estupor, sacándole una risa al castaño - Eso es algo que no me esperaba.

- Nadie lo hace, pero para mí es normal tener rasgos de las personas que conforman mi existencia - Lucio suspiro, mirando a sus manos - Supongo que soy especial en cierta forma y eso me alegra, me hace sentirme más cercano con Hunter.

- ¿Hunter? Luz, me recuerdas quien era Hunter - Camila llamo a su hija por ayuda, la chica miro a su madre por un momento, pensativa en cómo responder.

- Él es chico malo pero triste del que te hable mama, el de las cicatrices - Luz le recordó, sacando su teléfono y buscando entre sus galerías hasta encontrar la imagen del rubio - mira mama, aquí esta.

Camila miro a la imagen con un poco de atención, notando la mirada somnolienta del chico y las enormes ojeras en sus ojos - ¡Oh! si, ya lo recuerdo, ese pobre niño, espero que esa chica Amity lo esté tratando bien y . . .

- Se comprometieron hace semana - Lucio dijo sin mediarse una palabra, interrumpiendo a Camila como una bomba que hizo caer de espaldas a la castaña mayor y su hija.

- ¡Oh! me alegro por él, espero poder desearle mis mejores deseos si algún lo puedo conocer y...

- Mama, porque no vas a las islas con nosotros - Luz interrumpió, sugiriéndole esa opción a la mujer, Camila miro por un momento a su hija, sorprendida por la sugerencia de su hija.

- ¿Yo, en las islas? no lo sé Luz, nunca pensé mucho en visitar un lugar tan mágico como las islas y Lucio me dijo que era un sitio algo peligroso - Camila dijo con algo de preocupación. - Además no me gustaría hacer que te preocupes por mi mientras estas en las islas buscando a tu novia.

- No es ningún problema, mama, estoy segura de puedo acomodarte con alguien para que cuide mientras estes en las islas mama - Luz señalo, claramente entusiasmada por volver a las islas y llevar a su madre de paso con ella.

- ¿Está segura, hija? no hay nada por que quedarme - Camila pregunto de nuevo, notando un poco de inquietud en su niña - Es sobre esa chica Boscha, tienes miedo de que la rechace por tener un tercer ojo.

Boschluz - Lazos robadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora