Boschluz - Lazos robados

De nuevo en las islas.

Sala del trono del emperador Belos, un par horas después de que Luz llegara de nuevo a las islas hirvientes.

El emperador de las islas se encontraba sentado sobre su trono, frente a él, su sobrino arrodillado en un pie y con la mirada fija en el suelo, sin saber por qué había sido llamado a tales horas. Un silencio parecía reinar en la sala, mientras el joven de cabello rubio sentía la mirada del viejo monarca fija en su espalda.

- Hunter ¿Sabes por qué te he llamado? - Le cuestiono el viejo, suspirando pesadamente y rompiendo el silencio del lugar finalmente.

- No emperador, lo siento - Hunter respondió, manteniendo su mirada aun en el suelo

El emperador sonrió ante la falta de información del joven - La humana ha vuelto al fin a las islas, nuestro querido guardia de plata parece haber fallado finalmente en su misión, - un enorme espejo en la pared comenzó a reproducir las imágenes de Luz entrando a las islas y junto a ella una mujer mayor que claramente debía ser su madre - Una lástima que haya fallado realmente lo es, pero no es cuya culpa recaiga totalmente en el - Belos enfatizo esto último, sacudiendo su cabeza, cesando de reproducir las imágenes de la castaña en el espejo y levantándose del trono, caminando hasta terminar por detenerse al lado de Hunter.

- No olvides invitarla a la boda y pedirle que se comporte - Musito el, dándole una pequeña palmadita en el hombre, haciendo sentir al chico que esto no era una petición sino más bien una orden directa - Seguro que a tu prometida le agradara recibir la noticia, ya puedes retirarte guardia Dorado, debo hacer un par de preparaciones mientras el tiempo aun apremia.

Hunter suspiro al oír la última orden, levantándose y caminando hasta la salida de la sala, tambaleándose por unos momentos, mientras pensaba en la chica humana regresando ahora a las islas. Las fuerzas regresaron poco a poco conforme se alejaba del sitio, de la sala del trono y de su opresiva aura, sintiendo que perdía el tiempo en recorrer las alas del castillo a pie, debía ir más rápido si es que quería llegar a encontrar a Luz.

El tomo un gran respiro y salto por la ventana, emprendiendo el vuelo a mitad de la caída, casi estrellando contra el suelo de haberlo hecho un poco más tarde. - (Vamos Luz, no te muevas de donde estes) - Gruño, empezando a acelerar su vuelo en dirección de Bonesborough, el lugar donde Luz había sido vista por última vez.

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Luz y su madre se encontraban a las afueras de Bonesborough, tras visitar la vieja casa búho o lo que quedaba del viejo lugar, plagado señales de quemaduras mágicas y maderas rotas en todos lados hacían pensar a más de uno que este sitio llevaba abandonado bastante tiempo.

- Aquí era hija ¿Esta era la casa Búho? - Camila pregunto, sintiendo como su hija apretaba su mano con fuerza

- SI mama, solía vivir aquí con Eda, solía vivir - Suspiro la castaña, mirando como su no hermano miraba con atención el sitio - ¿Algo que quieras decir Lucio?

- No mucho, esto fue el trabajo de las tropas del aquelarre en una misión por subyugar a la bestia búho que resguardaba el lugar - Lucio respondió, tomando un paso hacia el interior de la vieja casona - No estuve presente ese día al igual que Hunter, fue dos o tres semanas después de tu partida al mundo humano cuando sucedió, dejaron el edificio en paz después de capturar a la bestia y a la mascota de Eda, Belos dijo que sería un símbolo contra las brujas que buscaran rebelarse.

- Eso es horrible - Camila comento, entrando al edificio, sintiendo como su hija caminaba detrás de ella con pasos pequeños. Los ojos de la castaña se encontraban explorando el sitio, dejando que pequeños recuerdos resurgieran en su pecho como una ola de nostalgia que casi lograba sacarle una lagrima.