Noche triste.

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Belos sonrió al escuchar del pasillo los pasos apresurados de alguien corriendo en su dirección, era su sobrino quien se acercaba para terminar con los preparativos y que mejor momento que el ahora.

Hunter paro en seco al ver a Belos, la sonrisa en su rostro le causo un escalofrió por un momento - ¡Emperador! ¿Qué hace aquí? - pero no necesito oír una respuesta, escuchando un llanto a la lejanía le hizo comprender todo al instante.

- Dale algo de tiempo a tu amiga, mi querido sobrino - El señalo, palmando en el hombro al joven - O si lo consideras necesario puedes traer a tu prometida.

- ¡AH! y, por cierto, ya puedes dejar de lado las formalidades - Agrego el, volviendo a sonreír y dándole un par de palmaditas - Ya no serás solo el guardia dorado, vas a convertirte en el futuro emperador de las islas y con ello tus palabras tendrás mayor impacto.

- Lo se tío. - Hunter murmuro ante las palabras de afirmación del hombre - Nunca pensé que te retirarías del trono

- Nadie lo hizo, realmente tomo a muchos por sorpresa - Belos dejo salir una risa, mirando al joven a los ojos - Pero es hora de hacer cambios y muchos lideres pronto seguirán mis pasos, dejarán espacio a la nueva generación en un par de años.

-O al menos la mayoría de ellos - Señalo el viejo - Algunos como Vitimir o el encargado del aquelarre de construcciones planean ceder su lugar apenas terminen de entrenar a un sucesor, especialmente Terra la líder del aquelarre de plantas.

Hunter miro al suelo, algo confuso y temeroso sobre lo que esperaba en el futuro, nunca había pasado por su cabeza todas estas posibilidades. El inmortal emperador de las islas finalmente decidió abdicar, ¿Pero a que costo? ¿Acaso el estaría a la altura?

- No creo estar listo - Confeso Hunter, sintiendo un poco la presión en sus hombros.

- Y no lo estas - Aseguro Belos - Pero lo estarás mientras pase el tiempo y te vuelvas más sabio con la experiencia, es un proceso por el que yo pase y tú lo harás.

- Con Amity? - Pregunto el chico, mirando al hombre sonreír por un momento.

- Con Amity - Asintió el viejo, dándole nuevamente una palmadita en la espalda - Todas las cosas que harás serán tus y las decisiones que tomes junto a tu esposa. Supiste elegir a una mujer capaz a tu lado y con ello podrás traer una era dorada a las islas, una era que . . ..

La mirada de Hunter se perdió en la distancia, llamando la atención del viejo monarca, mirando igualmente en la dirección donde su sobrino lo hacía. La figura temblorosa de Luz se encontraba recargada contra la pared, sus ojos estaban rojos por tanto llorar mientras su madre la intentaba consolar inútilmente.

- ¿Ya has terminado de decir adiós? - Belos inquirió, notando el puño de la chica apretarse con rabia y su boca temblar, maldiciéndolo probablemente - Supongo que eso es un sí y creo que es hora de que descanses, no querrás faltar a la boda de tu amiga ¿Verdad?

Luz apretó los dientes, dando un paso hacia adelante, alzando su mano para correr a golpear al monarca, pero sintió una mano en su hombro y la voz de su madre susurrarle que no Valia pena hacer esto, no en este momento cuando su mente estaba perturbada. La castaña apretó los dientes con más fuerza, dejando escuchar el chirriar de ellos antes de darse la vuelta y caminar junto a Camila a su habitación de invitados.

Hunter las vio alejarse, deseando ir a su lado para intentar consolarla, decirlo algo, cualquier cosa que pudiera remediar un poco del dolor que la chica estaba sintiendo en ese momento, pero su tío se interpuso, él lo miro a los ojos de manera desafiante antes de ver la sonrisa en el hombre.

- Ve con ella, está bien podría ser tu primera prueba como emperador - Recalco Belos, dándole un pequeño empujón al chico - Consolar una joven que ha perdido algo cercano a una madre.

Boschluz - Lazos robadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora