Nos despedimos de los Malfoy y me ofrecí para llevar a Harry y Hermione a Londres, desde donde podrían llegar a Grangerdent sin problemas, para luego Desaparecerme unos metros más allá, pero aparentando que me iba a mi casa. Al menos, eso fue lo que les dije antes de irme.
«Así podré volver como lechuza como si no pasara nada», pensé, mientras Harry y Hermione paraban un Knight Bus para volver a casa.
Aproveché la más que obvia reticencia a entrar en ese horrible autobús (el conductor era un loco, en mi opinión, y para que yo llame a alguien loco tiene que estar realmente mal de la cabeza) para cambiar de nuevo a lechuza y posarme en el hombro de Harry, el cual sonrió y me acarició las plumas.
—Menos mal que no te ha pasado nada, Hedwig —dijo Harry—. Vaya lío se ha montado en un momento. No sabía si saldríamos vivos de aquello.
«A mí me lo vas a decir, con todos aquellos sabuesos del Ministerio rondando por ahí más nerviosos que un flan», pensé, mientras disfrutaba con las caricias de Harry.
Pero estaba preocupada por la demostración de audacia de los mortífagos. Habían fracasado, por supuesto, al haber tanto sabueso cerca, pero el solo hecho de atreverse a invocar la Marca Tenebrosa indicaba que había bastantes posibilidades de que el Señor Oscuro apareciera pronto. Naturalmente, no podía saber cuándo, pero ya no iba para muy largo, desgraciadamente, e igual que lo sabían los mortífagos lo sabía yo, que fui una de ellos. La Marca Tenebrosa del brazo me molestaba cada vez más a menudo y esa era una mala señal.
«Y para colmo está el sueño de Harry, que parece más un augurio», pensé, dándole vueltas a la terrible precisión de los acontecimientos, que concordaban con el plan del Señor Oscuro. No podía ser una casualidad. Era demasiado perfecto para ser producto de la coincidencia. «¡El Señor Oscuro vuelve a adquirir poder!».
Por el momento no podía hacer nada, así que decidí dejarlo estar. Según el sueño de Harry, aún no había que temer nada. Sabía que habría un infiltrado en Hogwarts, así que allí era donde tenía que abrir los ojos. Mientras, lo mejor era relajarse y liberar tensiones. Necesitaba descansar. El día había sido duro y muy malo desde que empezó y era hora de pasar al siguiente, a ver si era mejor.
«Mañana será otro día», pensé.
Llegó el 31 de agosto sin ningún incidente más y, con ese día, llegó también el momento de poner en marcha la primera parte de mi plan para pasar desapercibida en Hogwarts. Me Desaparecí, Apareciéndome en Hogsmeade, y desde allí fui volando como lechuza hasta Hogwarts, quedándome allí hasta que llegó el 1 de septiembre. Ahora que lo pienso, podía haber hecho lo mismo cuando fui a buscar el giratiempo, pero en ese momento no se me pasó por la cabeza esa posibilidad. Desde luego, ese día estaba espesa de verdad. Acto seguido, volví unas horas atrás en el tiempo, encontrándome conmigo misma, y uno de mis yos se convirtió en lechuza para poder estar con Harry, mientras que el otro yo volvió a Londres para coger el tren. Así pude estar en dos sitios al mismo tiempo y nadie echaría en falta a Hedwig cuando Isabella estuviera cerca. Era complicado, posiblemente innecesario, pero había que hacerlo por si acaso. Cuantos menos riesgos corriera, mejor.
Naturalmente, no faltaron las risas cuando me encontré conmigo misma.
—¡Anda, mira, una cara conocida! —le dije a mi otro yo, nada más encontrarnos, a modo de chanza.
—¡Bella, cuánto tiempo sin verte! —me respondí, riéndome conmigo misma ante lo extraño de la situación—. A decir verdad, nunca nos habíamos visto de esta forma, pero nos conocemos de toda la vida. ¿A que mola?
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Cuentos De Lechuza
FanfictionNota: Está historia no es mía ni de mi creación, está historia se encuentra en FanFiction crédito a su respectivo Autor: Darth Alkorta Bellatrix es una animaga. Cuando consigue llevar a cabo su plan de escapar de Azkaban para matar a Harry Potter, n...